Para el momento en que las olas de hasta 10 pies (3 metros) golpearon las costas, muchas de las víctimas estaban en la playa y no se enteraron del peligro. "El tsunami no vino solo. Arrastró carros, troncos, casas y todo lo que había a su paso", explicó Sutopo Purwo Nugroho, portavoz de la agencia de desastres.