Theresa May usa un brazalete de Frida Kahlo y las redes la condenan por llevar la imagen de una comunista
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La primera ministra británica Theresa May se encontraba frente a todo su partido para oficiar La Conferencia Conservadora de 2017. En medio de su alocución, una tos repentina empezó a interrumpir su discurso al punto que terminó robándole la voz por varios minutos.
En medio del incómodo silencio que se evidenció en las miles de televisiones que presenciaban el discurso en vivo y a pesar de los esfuerzos de la política porque su voz volviera a su curso hubo un detalle que terminó por robarse la atención de sus testigos: Theresa May tenía puesta en su mano derecha un aparatoso brazalete lleno de pinturas y autorretratos de Frida Kahlo.
Theresa May es una confesa amante del buen vestir. Mucho se habló de su colección de zapatos cuando fue nombrada como primera ministra, así que no habría por qué extrañarse que llevara como accesorio uno de los íconos populares latinoamericanos más manoseado por la moda. Frida Kahlo esta en boga desde hace ya muchos años y se ve desfilar por igual en carteras, camisetas o carátulas de discos. Esta vez le tocó ser un brazalete.
Sin embargo, y más allá de la banalización que han creado las tendencias de la moda sobre los ideales que algunos personajes históricos representaron en su momento, las redes sociales no tardaron en hacer ver una inmediata contradicción. Por qué una mujer de ideas conservadoras y que lidera el ala más de derecha del Reino Unido llevaba como accesorio la imagen de una mujer que comulgó con el partido comunista al punto que en uno de sus último caballetes se podía identificar un retrato de Stalin, que pidió que la bandera roja con la hoz y el martillo reposara sobre su féretro y que además hospedó en su Casa Azul a Leon Trostsky cuando se exilió en México en 1936.
Algunas observaciones en Twitter no tardaron en hacerse virales: “Puedo señalar que Theresa May está usando un brazalete de Frida Kahlo, un miembro del partido comunista quien literalmente tuvo un romance con Trostsky”, proclamó la periodista de The Guardin @ladyhaja que consiguió en cuestión de minutos más de 11,000 likes.
Otras no perdían la oportunidad para manifestar la posible indignación que generaría en la misma Frida Kahlo verse usada por una mujer cuyos ideales parecen estar en la otra esquina de la arena política. “Cuando el fantasma de Frida Kahlo regresa para estrangularte hasta la muerte por abusar de su imagen y de todo lo que ella significó”.
Ante las críticas muchos podrían aducir que en primer lugar Theresa May está en el derecho de usar lo que desee con plena libertad, sin que nadie pueda censurarla por eso, que además Frida Kahlo, más allá de sus ideales políticos, fue una famosa pintora cuya obra ha conectado con miles en el mundo a través de las generaciones y que además, ha sido utilizada como símbolo feminista, puede ser que May se vea así mismo como un ícono poderoso entre las mujeres.
No es la primera vez que Theresa May ha usado obras de arte en su ropa. De hecho, en su retrato oficial, la política lleva de nuevo en su mano un brazalete de la misma colección que el de Frida. Estamos entonces quizás ¿ante una verdadera devota del arte?
Puede ser, pero lo único cierto es que en materia estilística, las políticas sujetas siempre a un exhaustivo escrutinio, han de tener en cuenta que nada puede ser caprichoso en su vestido. Que cada decisión que tomen con el más mínimo detalle va a ser leída como un mensaje con valor ideológico o político, y así como le ocurrió a May en su discurso de este miércoles, de repente toda la atención termina estando puesta en esa adorada pulsera que simplemente te gusta tanto.
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