¿Por qué el video de una bebé de cuatro meses llorando a los gritos ha sido visto más de 3,8 millones de veces y ha generado gran polémica en Facebook? La razón, sencilla: los internautas no se ponen de acuerdo en si es correcto o no que una pequeña de esa edad tenga que padecer el dolor de que le agujeren las orejas para ponerle pendientes.
¿Te parece normal que a una bebé le agujereen las orejas? Este video viral de una niña llorando reabre la polémica
Más de tres millones de personas han visto un video que captura el dolor de una bebé de cuatro meses a la que le están poniendo sus primera joyas. A lo largo de 12,436 mensajes, los usuarios de Facebook parecen consternados por el dolor infligido a la pequeña, lo que ha generado un debate sobre si esta tradición debe mantenerse o debe ser considerada como abuso infantil.

El video compartido el pasado 2 de julio por la página Piercings especializado en intervenciones corporales muestra a la madre Rebekah Musson sosteniéndole la carita a la sonriente bebé antes de que un par de agujas que atraviesan sus orejas le arranquen un par de alaridos.
La escena que para muchas madres es familiar, y no desataría ningún tipo de cuestionamiento, ha resucitado un viejo debate que incluso en 2015 hizo que 30,000 personas en Reino Unido firmaran una petición en la que se pedía que se declarara esta práctica como abuso infantil y que hizo que incluso un parlamentario escalara la polémica hasta la Casa de los Comunes.
Entre los 12,436 comentarios que acumula el video de gente en que escribe en todos los idiomas se puede leer: “Por favor mamitas es solo un fetiche eso de los aritos y las personas que preguntan por qué no le puse aros a mi hija es por esto, porque este dolor es innecesario”, dice un usuario en español. “Esta mujer cree que esto es divertido”, advierte otra para alentar a que otros cuantos lancen sus sentencias: “Sí, esto es abuso infantil”.
La madre, un poco desconcertada se ha aventurado a contestarles: “Elegimos agujerear las orejas de nuestra hija a temprana edad porque está probado que si esperas a que estén mayores, alrededor de los 5 y los 10 años, normalmente los agujeros pueden terminar en una infección porque no paran de tocárselos”.
Sin embargo, Rebekah Musson no está del todo en lo cierto. Pediatras como Kimberly Schneider del departamento de salud de la Universidad de Indiana sugieren que los padres eviten hacer este procedimiento en los bebés recién nacidos, una práctica muy común en Latinoamérica y España, porque este “representa un riesgo de desarrollar infecciones y el bebé podría no contar con las vacunas suficientes para defenderse de la infección y correría el riesgo de tener que ser internado”. La Asociación Americana de Pediatría, justamente, sugiere que se espere hasta que la niña pueda cuidarse por sí misma y tenga sus primeras dosis de vacunas, que será alrededor de los 2 años.
No es la primera vez que internet se conmociona por esta práctica y abraza campañas para desmontarla.
Hace tan solo unas semanas una activista contra la modificación corporal en bebés publicó una fotografía falsa de su pequeña hija con un piercing en su mejilla. La madre recibió improperios y hasta amenazas de muerte a lo que ella, como parte de su experimentos respondió: “Soy la madre, ella es MI BEBÉ, voy a hacer lo que yo quiera!!! Yo tomo todas sus decisiones hasta que ella tenga 18 años, me pertenece".
Enedina Vance luego explicaría que todo era parte de una campaña para poner de manifiesto las “absurdas” razones que soportan esta práctica.
La avalancha de críticas también recayó sobre Kim Kardashian cuando en 2014 publicó unas fotos de la pequeña North West recién nacida con unos brillantes aretes que hicieron que las redes se enfurecieran por su desmán.
Sin embargo, la madre que orgullosamente graba el momento en el que su bebé adquiere sus primeras joyas no parece estar sola en su cruzada por defender la tradición que busca ponerle aritos a las bebés con el fin de que la gente reconozca fácilmente su género. “Me pusieron mis primeros aretes cuando era una bebé y la verdad es que yo no me arrepiento. Por supuesto la bebé va a olvidar ese dolor”, responde una usuaria de Facebook en la larga cadena de mensajes. “¿Que las mujeres que están tan indignadas aquí no tienen aretes? Cuándo creen que les hicieron los agujeros?”, pregunta otra en defensa. “Esto es una tradición en mi familia, criticar a la madre me parece sencillamente infantil”.
La acalorada conversación en Facebook al menos lanza algunas interesantes preguntas: ¿Son de verdad los padres dueños de los cuerpos de sus hijos, pueden decidir sobre ellos a su antojo? ¿Por qué se sigue considerando como necesidad de primer orden que las niñas tengan pendientes como un símbolo de su género?
Rebekah Musson la madre de la famosa bebé que llora ha tratado de cerrar la polémica con una sencilla sentencia: “Si alguna vez quisiera quitárselos, entonces podrá hacerlo”. Muchos, claro, le preguntan: “¿No sería mejor que ella hubiera decidio si quería ponérselos?”.
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