Jann Taab una joven de 25 años afgana tenía que tomar un examen decisivo para poder entrar a un curso de Ciencia Sociales en el Instituto Nasirkhosraw, en la ciudad Nilli. Como el resto de alumnos, asistió a la hora indicada con la única diferencia de que en lugar de llevar solo su mochila llevaba a su hijo de dos meses en sus brazos.
Su bebé empezó a llorar mientras contestaba su examen para ingresar a la universidad, ella decidió seguir y las redes sociales la aplauden
Aunque la pobreza y la inseguridad son las principales razones para que las mujeres en Afganistán no vayan a estudiar, esta joven se ha convertido en toda una inspiración una vez que decidió sobrellevar todo tipo de obstáculos para poder entrar a la universidad.

En cuanto empezó a contestar el examen conocido como Kankor, el bebé se puso a llorar. Para evitar molestar a sus compañeros, pero, sobre todo, para poder seguir contestando su examen la mujer se paró de su silla y se hizo al final de la fila en el suelo para poder arrullar a su bebé mientras continuaba con su prueba.
Yahya Erfan, la persona encargada de vigilar el examen le tomó unas fotos a la mujer y resaltando su persistencia y resiliencia subió su foto a Facebook. “Su gesto fue increíble y todos los alumnos se mostraron admirados”, le dijo el profesor a CNN.
Pronto las redes sociales empezaron a compartir la foto que se hizo viral y que levantó poderosas reflexiones sobre los sacrificios que toman las madres y sobre la relevancia de que las mujeres jóvenes aun cuando estén embarazadas continúen con su formación académica.

“Esta madre está tomando un examen universitario mientras cuida a su pequeño. Las mujeres afganas son imparables”, sentenciaba una usuaria de Twitter. “Diciéndole no a la ignorancia esta mujer sigue contestando su examen Kankor para entrar a la universidad mientras carga a su bebé, lo que traerá un cambio positivo en su familia”, señalaba otro más.
La imagen resultaba especialmente conmovedora ante las cifras de 2017 aportadas por la organización Human Right Watch que asegura que de los 3,5 millones de niños que están sin escolaridad en Afganistán, 85% son mujeres. Y solo el 37% de las jovencitas en el país son alfabetizadas. A pesar de que en 2001 el gobierno de este país hizo fuertes promesas por llevar a las mujeres y niñas de su país a las aulas, la inseguridad y la pobreza han sido grandes obstáculos, sin contar las provincias en las que el régimen Talibán aún está presente y que llegarían a matar a las niñas si tan solo se acercaran a una escuela.
Pasar un examen mientras cuida a su bebé parece, sin embargo, un obstáculo menor para Jann Taab quien efectivamente ha pasado el examen con 152. Su familia es muy pobre y ella tiene que hacer casi un viaje de 10 horas para llegar a la escuela.
La viralidad de la historia llegó hasta la Asociación de Jóvenes Afganos que está basada en Reino Unido y que abrió una campaña de GoFundMe para conseguir dinero que apoye el compromiso de esta madre por llegar a la universidad y que le permita pagarse sus tres años de estudio.
Vea también:








































