El comediante Jimmy Kimmel, elegido para ser el conductor de la gala oficial de los Oscar este próximo domingo, lo anticipó desde que supo que llevaría la vocería del gran evento del cine: “Te sientas a una comida cualquiera y el tema de Trump sale, no me cabe la menor duda de que será una gala muy política”. De lo que sí no está seguro el presentador es de que, como acostumbra el presidente de los Estados Unidos, esa noche use su cuenta de Twitter para referirse a los sarcasmos y aireados comentarios que reciba de los directores y actores asistentes. "No hay manera de que el presidente vaya a sacar tiempo de su apretado horario para tuitear sobre un show de televisión”, ha dicho en tono de broma.
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Desde la elección del cómico Jimmy Kimmel, que será el presentador de la noche, la gala asegura un tono de sarcasmo y crítica ante la situación actual. Mientras la presidente de la Academia ya ha invitado a todos los asistentes a ser "activistas", otros afilan sus discursos a la espera de que lo que el presidente pueda decir en su Twitter.

No hay que tener la sagacidad de Kimmel para vaticinar que temas del debate actual, como las leyes migratorias, Planned Parenthood, o los derechos de la comunidad transgénero se van a colar en los discursos de los galardonados de la noche a juzgar por lo que ha pasado en galas anteriores. Después de lo que hizo Meryl Streep en los Golden Globes al criticar duramente al presidente sin ni siquiera pronunciar su nombre, ese espacio quedó legitimado para que Hollywood hablara duro y contundente sobre sus posiciones políticas.
Emma Stone
La verdad es que, ni siquiera hay que esperar a que la bella Emma Stone, que se vaticina gane frente a Meryl Streep el Oscar por su papel protagónico en ‘La La Land’, se suba al escenario y vuelva a hacer eco de sus ideas ya sabidas de que “las elecciones se convirtieron en una posibilidad para que la gente hablara duro y fuerte e iniciaran una revolución”. El enrarecido ambiente político se pudo anticipar ya desde el almuerzo de los Oscar, en el que la misma Presidente de la Academia, Cheryl Boone Isaacs, dejó claro que “algunos asientos vacíos en la gala deberían hacerlos a todos unos activistas”.
Isaacs estaba refiriéndose, entre otros, al director iraní Asghar Farhadi, quién decidió no asistir a los Oscar a pesar de que su película ‘Salesman’ está nominada a mejor cinta en lengua extranjera, con la explícita intención de boicotear el veto de inmigración que el presidente Trump le puso a sietes países árabes. “Las sociedades fuerte no censuran el arte, lo celebran. No podemos permitir que las fronteras nos detengan”, añadió la presidente de la Academia dando así, tácitamente, un permiso a todos los asistentes: sean políticos.
Lejos de lo que pasó en el Super Bowl en donde se trató de evitar a toda costa que las actuaciones y los comerciales versaran sobre los polémicos asuntos de la Casa Blanca , en los Oscar algunos ya tienen afilados sus discursos. Jordan Horowitz, productor de ‘La La Land’ y quien potencialmente ganará el Oscar por Mejor Película lo ha dejado claro: “Voy a ser muy político, esperanzador y personal, pero político”.
Mahershala Ali
De otro que se espera un sentido discurso es del protagonista de la película 'Moonlight', Mahershala Ali, quien los expertos aseguran ganará el Oscar a mejor actor de reparto y quien en la gala de los Screen Actors Guild Awards, tras confesar que a los 17 años se había convertido al Islam, dijo: “Moonlight demuestra lo que le pasa a la gente cuando es perseguida”.
Natalie Portman
Si Natalie Portman sube al escenario no habrá que sorprenderse si con su atuendo hace alguna alusión feminista, como lo hizo con su camiseta “todas deberíamso ser feministas” en las marchas de las mujeres del enero pasado. Tras encarnar el papel de Jackie Kennedy, a ella más que a ninguna, le encaja la pulsión de hablar de política en esta gala. “Gracias señor presidente, usted solamente ha desatado la revolución” dijo en su sentida alocución en las marchas de Los Angeles, en la que además llamó a las mujeres a “demandar su libertad a liberarse del miedo y del control sobre sus cuerpos”. La ceremonia de los Oscar podría ser el escenario perfecto para hacerle eco a sus consignas.
Viola Davis
Con temas como los inmigrantes y las mujeres con sus propios abanderados, Viola Davis, quien se espera que gane el Oscar a Mejor Actriz de reparto por su papel en 'Fences', podrá tener la libertad de ni siquiera nombrar a Donald Trump y simplemente hacer una reflexión sobre la realidad de los afroamericanos en Estados Unidos.
Al final de la gala, después de conocer a los ganadores, nadie estará esperando ver precisamente los vestidos de las actrices o los posibles tropiezos al subir o bajar los escalones del escenario, más bien la audiencia estará esperando si efectivamente su presidente Donald Trump se pone frente al televisor y dedica algunas lineas a las estrellas.
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