En Estados Unidos el agua se calienta en el microondas y los australianos e ingleses están indignados

Este miércoles, las cuentas de Twitter de los australianos se llenaron de una colectiva indignación. Descubrieron que en Estados Unidos el agua se calienta en el microondas. Sí, en un microondas, y no en una tetera, como ellos lo hacen. El curioso hallazgo hizo que miles se abalanzaran a las redes a mostrar su sorpresa y, ante todo, su incomprensión del fenómeno.

“¿Qué es que acaso no tienen teteras eléctricas?”, preguntaban unos.

“Cuando te mudas solo a casa hay dos cosas esenciales que compras: una tostadora y una tetera. Ahí están resumidas tu desayuno y tu cena”, sentenciaban otros para dar paso a los que simplemente no podían salir de su asombro: “Trato de no ser prejuicioso, pero descubrir que los americanos hierven agua en el microondas y no en una tetera, no me deja”.

Ese acto desprevenido que hacen tantos estadounidenses de tomar un pocillo llenarlo de agua y ponerlo en el microondas con la opción de “Beverage”, parece ser una cosa que no solo a los australianos sorprende, sino que ya hace unos años había levantado estupor y asombro entre los ingleses para quienes hervir el agua para el té es verdaderamente un arte.

Quizás ahí esté al menos una de las claves para explicar estas conductas completamente diferentes que tanto inquietan a un bando y al otro. Mientras el té hace parte de la idiosincrasia tanto de los ingleses como de los australianos, los estadounidenses tienen al café como su bebida emblemática. Y en el té, a diferencia del café que se hace en su propia máquina, el proceso de hervido es fundamental.

El agua que se hierve en una tetera lo logra por un proceso de recirculación del agua que hace que las moléculas más calientes suban y las más frías caigan haciendo que todas las moléculas se calienten uniformemente hasta conseguir el punto de ebullición que es el momento en el que una tetera tradicional chilla y una eléctrica enciende un botón naranja.

Por su parte, el agua que se calienta en el microondas, según se lo explicó a Slate, Lou Bloomfield de la Universidad de Virginia, no se calienta uniformemente porque las ondas caen aleatoriamente haciendo que las moleculas de esas partes se calienten muy rápido, pero logrando que otras moléculas ubicadas en otros lugares permanezcan completamente frías. Eso explicaría por qué el té hecho en agua de microondas, no suelta tanto sabor y aroma como se hace con un agua bien hervida.

Otra cosa que parecen desconocer los indignados australianos e ingleses es que en Estados Unidos, las teteras eléctricas no son comunes por una razón que realmente no está en sus manos: el tipo de voltaje.

Según explica MrReid.org, una páginas web en donde se resuelven preguntas físicas, mientras una tetera eléctrica común y en perfecto estado tardaría en hervir el agua en Inglaterra, —que tiene un voltaje de 240 V—, 127 segundos, En Estados Unidos —en donde el voltaje es entre 100 y 127—, esa misma tetera con la misma cantidad de agua tardaría 237 segundos en hervir. Casi el doble. Y el modelo de vida estadounidense, digamos, no está listo para esperar tanto tiempo a que el agua esté listo para la bebida mañanera. Por eso, quizás buscando eficiencia ante las teteras de estufa, el microondas ha resultado un buen aliado.

A muchos latinoamericanos el hecho de que el agua se caliente en el microondas también podría resultarles cuando menos una excentricidad, si se tiene en cuenta que el horno microondas no es un electrodoméstico que exista en todas las casas y que en muchos países no es más que un signo de lujo. Lo que por el contrario siempre hay es una oyetica (pequeña olla de aluminio o peltre quemada y destartalada) que se usa para estos menesteres.

En realidad, eso de usar teteras para calentar el agua en Estados Unidos es tan particular, que se ha convertido en un verdadero signo de los hipsters, esos raros y alternativos que como los australianos toman té y calientan su agua bien aunque tome más tiempo.

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