Si no se te dan las manualidades, no tienes mucho tiempo o no quieres romperte la cabeza decorando huevos de Pascua, prueba estas opciones. Puedes pintar los huevos con pintura acrílica, con plumones indelebles (a.k.a sharpies), con productos colorantes — como el kool aid—, con pintura para uñas y, en el más desesperado de los casos, con sombras para ojos. Necesitarás pinceles: al menos uno grueso y uno muy fino para los detalles.
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Un conejito: es la caracterización más básica del conejo de Pascua. Puedes hacerla con un pincel muy fino y pintura acrílica negra —o blanca o azul para darle un toque más colorido al personaje— o un plumón indeleble. También puedes dibujar una gallina, una carita feliz o una tortuga ninja.
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Una catarina (o mariquita): prueba dos combinaciones: pintar los huevos blancos con puntos rojos o pintar de rojo los huevos y luego ponerles puntos blancos. Si eliges la segunda opción, puedes sumergir los huevos en pintura o en agua con colorante (es el procedimiento más sencillo si planeas hacer una docena).
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Huevos galácticos: si quieres dar la idea de que los huevos provienen de dinosaurios del futuro, pinta varios trozos de papel aluminio, déjalos secar, arrúgalos, extiéndelos y envuelve los huevos.
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Florecitas del campo: la primavera es también un motivo de celebración durante la Pascua y las flores son su representación más común. Estas son las más sencillas: sólo tienes que dibujar un punto, rodearlo con cinco líneas y listo: tienes una flor. Prueba con la paleta de color que más te guste.
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Personificación: otra forma rápida de resolver el tema de la Pascua es con "accesorios" para vestir a los huevos. Con un plumón negro puedes dibujarles un rostro y darles personalidad con pegatinas: bigotes, sombreros, moños y listones son algunas opciones para la tarea.
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Arriba corazones: una de las formas más populares y sencillas para dibujar. Pinta el huevo con una capa de pintura blanca, dibuja con lápiz la silueta de un corazón y rellena con pintura roja (o del color de tu preferencia).
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Huevos rallados: coloca cinta micropore a lo largo o a lo ancho de los huevos y pinta (otra vez con la paleta de colores de tu preferencia) líneas de colores. Renueve la cinta y tendrás un resultado muy similar al de la foto.
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Buenos deseos: pinta los huevos con tus colores favoritos y escribe frases con tinta negra. También puedes no pintar los huevos y simplemente escribir haikus (esos poemas de estructura breve, sobre la naturaleza) sobre el cascarón.