El 10 de abril de 1912 partió de Europa a América “el objeto móvil más grande jamás creado” y cuatro días después un iceberg en el camino lo hundió con más de 1,500 personas que no pudieron ser rescatadas. Luego de 117 años las historias de los sobrevivientes siguen fascinando al mundo y el sueño de que algún día pueda ser sacado a la superficie continúa.