Ante los confinamientos decretados por muchos gobiernos de América Latina, niñeras, jardineros, trabajadoras y empleados de la limpieza se han encontrado en muchos casos con ultimátums de sus empleadores en barrios ricos para que se mudaran a sus casas, aceptaran recortes salariales o la terminación de sus contratos. Se prevé que el sector de los empleados domésticos, muy arraigado en la región, sufra un duro impacto económico.