Por Angélica Gallón S.| Los políticos saben que no hay nada de insignificante en su apariencia, eso determina la manera como el público y los seguidores los perciben. Sabemos entonces que los trajes clásicos que usa Bernie Sanders son una decisión política, una apuesta por mostrar desprevención por los asuntos del vestir. Pero si fuera una mera decisión de moda, tendríamos 5 tips para afianzar su imagen, sin cambiar su esencia.
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Las décadas de los 80 y los 90 son recordadas por esos amplios traje de corbata que hacían parecer que los hombres flotaban en ellos. Bernie Sanders podría apostar por sacos con más estructura y que se ajusten mejor a sus hombros, con eso ganará más presencia escénica. También puede variar el azul, que es ya un sello de sus trajes, por uno gris que es sinónimo de elegancia, o seguir con su color favorito con uno raya de tiza.
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Celebramos cuando Sanders olvida la corbata, le da un aire de hombre sabio que sabe obviar lo que no es esencial y es además un guiño a la elegancia de nuevas generaciones. Pero en cuanto a sus sacos de lana, podría optar por dos prendas que darían el mismo efecto, -el de crear capas y dar abrigo-, de forma más elegante. Es suficiente un buen coat de paño para llevar encima de su traje, o un chaleco de botones.
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Cuando se trata de llevar corbata, las azules de rayas y puntos, hacen parte de su vestido tradicional. Una manera rápida de refinar un vestido es elegir una corbata menos amplia de color plano (sin textura) o del mismo tono del vestido. Como eso desafía las reglas de las corbatas estampadas o de figuritas que tan arraigadas están en el clóset masculino, traerá inmediatamente aires frescos.
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Sus gafas ultra clásicas podrían salir del anonimato con un simple acto, buscar unas un poco más gruesas y con un marco oscuro y forma cuadrada, gafas que reafirmen su seriedad y, a la vez, traigan de vuelta los ángulos de la cara que con los años se van suavizando.
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Sobre su pelo rebelde no tenemos nada que decir. Podríamos sugerir que lo aplacara peinándolo hacia atrás o usando un poco de gel tan popular entre los latinos, pero la verdad es que esos impertinentes que se asoman en cada una de sus alocuciones lo hacen un personaje memorable.
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