Una orden ejecutiva de Trump pide revisar los monumentos nacionales declarados en EEUU en los últimos 20 años a fin de redimensionarlos y abrirlos a la perforación, minería y otros desarrollos energéticos. La Ley de Antigüedades de 1906 autoriza a los presidentes a declarar tierras federales como monumentos y restringir el uso comercial de sus tierras, pero no le da un poder explícito para deshacer una designación ya declarada.