Hoy en día el Partido Acción Nacional (PAN) dice estar “más fuerte y unido que nunca”, y en dicha unión dicen reconocer que el precandidato presidencial Ricardo Anaya Cortés es la mejor opción a candidato del “Frente” para la presidencia de México. Aunque algunos politólogos se muestran dudosos de dicha unión panista, sí logran reconocer que Ricardo Anaya Cortés será quien represente la coalición Por México al Frente a nivel Presidencial este año 2018.
Conciliación de líderes panistas es crucial para poder salir victoriosos en las elecciones del 2018
“El único precandidato por el PAN a gobernador de Guanajuato necesitaría el apoyo de líderes natos, de la fuerza de todo su equipo y de su estructura política y ciudadana”.
El pasado fin de semana se llevó a cabo la primera sesión extraordinaria del Consejo Nacional del PAN, donde se aprobó la plataforma electoral para el proceso 2018, y donde se contó con la presencia de Ricardo Anaya, precandidato a la presidencia del país por la coalición Por México al Frente.
Estuvo presente también Damián Zepeda Vidales, presidente nacional del PAN, quien no dudó en destacarse como mediador afirmando: “Necesitamos no nada más astucia. Necesitamos capacidad de organización, de proponer, pero sobre todo penetrar a la sociedad a través de nuestras ideas. En ellas van a encontrar cómo lograremos, juntos, cambiar de régimen para tener una nueva forma de gobierno que verdaderamente dé resultados, cómo combatiremos frontal y totalmente la corrupción y la impunidad, cómo impulsar un verdadero desarrollo económico que garantice una vida digna para todos los mexicanos, cómo impulsaremos juntos el que recuperemos la paz que tanto nos hace falta en este país y cómo fortaleceremos a México ante, por supuesto, el mundo”.
Para culminar, Damián Zepeda, a nombre de todos los panistas, hizo un compromiso con Ricardo Anaya: “te decimos que vamos a dar todo nuestro esfuerzo, todo nuestro trabajo, pero, principalmente, todo nuestro corazón por convertirte en el próximo presidente de la República, porque sabemos que contigo vamos a cambiar la realidad que tiene nuestro país”.
Como dirigente y presidente nacional del PAN, Damián Zepeda ha hecho una extraordinaria labor, y se ha converido en una figura de impulso y conciliación ante las repetidas emergencias de dudas, pleitos, polémicas, eventualidades e inconformidades internas y rupturas políticas que ha sufrido el partido en este corto tiempo.
Indiscutiblemente, la polémica que más ha causado conmoción política recientemente fue la derivada de la renuncia del expanista Javier Lozano, quien muy a su manera exhibió grotescamente la situación actual del PAN, enfatizando en particular lo que, según él, la militancia piensa pero calla.
Ricardo Anaya minimizó la renuncia del senador Javier Lozano al PAN, asegurando que, en la práctica, el expanista Lozano ya estaba fuera del instituto político desde hace tiempo. Además, agregó que no le desea mal ni a él ni a nadie: “Deseo que le vaya bien en la decisión que tomó. Él en realidad ya estaba con el PRI”.
Con gran inteligencia, Anaya Cortés se ha mantenido lo más hermético posible ante las situaciones de gran altercado político.
A pesar de las eventualidades internas el PAN no deja de proyectarse como un partido político que representa cambio, esperanza, certeza y progreso. El perfil del Partido Acción Nacional, la principal fuerza de derecha en México, es el de un partido competitivo, comprometido, democrático, incluyente y de alto impacto político y social. El PAN ha venido enunciando que se encuentra listo para enfrentar los grandes retos nacionales e internacionales que enfrenta el país.
La gran pregunta es si las consecuencias de las controversiales prácticas políticas de Acción Nacional afectarán al “Frente”, y que tanto lo perjudicarían las rupturas y conflictos internos, disminuyendo la posibilidad del “Frente” de ganar las diferentes contiendas electorales.
Sirva como ejemplo el estado de Guanajuato y su situación actual. El único panista de consideración en registrarse como precandidato a la gubernatura fue el exsecretario de Desarrollo Social y Humano, Diego Sinhué Rodríguez Vallejo. En vista de la falta de claridad en los procesos de designación, líderes guanajuatenses como el exgobernador Carlos Medina Plascencia, el exdiputado Luis Alberto Villarreal García y el Senador Fernando Torres Graciano desistieron de registrarse para participar en los procesos internos “democráticos” para la designación del candidato a la gubernatura de Guanajuato.
En consecuencia, el estado permanece bajo gran escepticismo. Aunque los diferentes líderes políticos dicen respaldarse, la militancia se encuentra fraccionada, debido a que en Guanajuato se contaba con diversos y excelentes perfiles para seguir gobernando al estado. Un claro ejemplo de óptimo liderazgo lo dio hace unas semanas el Senador Fernando Torres Graciano, cuando con fuerza y gran poder de convocatoria logró reunir a miles de personas, dejando en claro un vigor y una eficacia política que otros aspirantes políticos nunca pudieron igualar.
De modo que, en calidad de urgencia, el PAN necesita responder a la situación en Guanajuato, así como las de otros estados donde las fuerzas políticas se encuentran fraccionadas. Los comités, dirigentes y líderes políticos deben razonar sobre el hecho de que no solo se necesita un candidato “al Frente”, sino toda una fuerza política y ciudadana para contender con gran asalto a cualquier puesto político. Fuerza de la militancia que en Guanajuato necesitaría Diego Sinhué Rodríguez Vallejo en la aventurada contienda a la gubernatura, pero que líderes políticos como el Senador Fernando Torres Graciano lograrían sumar de manera natural.
El único precandidato a gobernador de Guanajuato necesitaría el apoyo de líderes natos, de la fuerza de todo su equipo y de su estructura política y ciudadana. Por primera vez en 27 años de gobiernos panistas, Guanajuato estaría corriendo peligro de ser gobernado por otro partido político si los diversos líderes políticos no logran conciliar en acuerdos ipso facto.
Acción Nacional enfrenta al menos tres grandes retos este 2018. El primero reto es el tener un plan viable para resolver las grandes problemáticas que México enfrenta. El segundo es el convencer al electorado de su plan, y que ellos representan el progreso y cambio que México necesita, y por consecuencia ganar su voto. El tercer y más grande es el de retomar la confianza de sus miembros activos para volver a encender el corazón de un partido que busca el impulso y progreso de México.
Las encuestas se encuentran reñidas, los panistas deben aprovechar la incertidumbre política. El PAN debe de poner su casa en orden para enfocarse en los temas que verdaderamente importan, como la economía, la corrupción, la impunidad y la violencia.
En tiempos de escepticismo los partidos políticos y sus candidatos deben de volverse atractivos. Si bien es cierto que las elecciones se ganan con propuestas, reitero que el PAN se debe restructurar, tener bien planteadas sus estrategias electorales y políticas y “poner la casa en orden”. El PAN necesitará conciliar, usar el sentido común y unirse en torno a sus lideres políticos que son columna vertebral y activos del partido, una pieza clave para poder salir victoriosos este 2018.
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.








