Un exempleado de la campaña de Obama pregunta si Clinton tiene la estrategia correcta. Obama hizo de la organización sobre el terreno la parte fundamental de su campaña. La campaña de Clinton, por su parte, se enfoca principalmente en los grandes eventos para recaudar fondos y los anuncios de televisión.
La importancia de los voluntarios y la obtención del voto
“Ahora que solo faltan días para la jornada de las elecciones y ya ha comenzado la votación anticipada, probablemente es demasiado tarde para realizar una operación eficaz para obtener el voto”.


"Cerda gorda", "Perro", "Cerdo", "Miren esa cara", "Agárrala del... ”.
¿Cómo una candidata presidencial enfocada en los problemas –o incluso el devastador huracán categoría 4 que destruyó Haití– compiten con semejantes cosas por la cobertura mediática?
No es de extrañar que los electores, demócratas y republicanos por igual, hayan lamentado que este año las elecciones presidenciales han sido cualquier cosa menos presidenciales. Las quejas de que no hay nada sobre qué reflexionar o qué celebrar pueden debilitar la participación de los votantes este año. Sin embargo, siendo justos, es difícil para Hillary Clinton, para el presidente Barack Obama, o para cualquier otro tener algo del tiempo de transmisión en los medios cuando compiten con un Chernóbil humano.
Si los candidatos no inspiran, o siquiera conmueven, a los votantes, entonces una campaña no puede reclutar voluntarios. Sin voluntarios, una campaña no puede obtener el voto. Si no se puede obtener el voto, el candidato perderá las elecciones.
En 2012, organicé el barrio de la Pequeña Habana para la campaña de reelección del presidente Barack Obama. Cuando me contactaron por primera vez para que me hiciera cargo de la gestión de la oficina de campaña, me puse pálido. Pensé que no había forma en que el presidente pudiera ganar en la Pequeña Habana, con su gran población cubana y centroamericana. Sin embargo, la inmensa adoración que los residentes locales sentían por el presidente despejó mis dudas. El día de las elecciones, el presidente Obama ganó Florida por un estrecho margen, y fue el primer demócrata en ganar el distrito congresional de la Pequeña Habana por primera vez desde 1996.
En 2012, los votantes estaban "a favor" del Presidente, no solamente en contra de Mitt Romney. Pero también hubo muchísimo que organizar. Y luego tuvimos que organizar más. Según el Tampa Bay Times, la campaña de Obama registró unos 375,000 votantes en Florida ese año. Hemos tocado muchas puertas y hecho muchas más llamadas que el número de votantes que registramos. Esto requirió tiempo y capacitación.
Metódicamente (e incansablemente) seguimos nuestros objetivos. Aunque la oficina de campaña de la Pequeña Habana abrió el 1 de agosto de 2012, mis voluntarios y yo comenzamos a registrar votantes a finales de abril o principios de mayo.
Esto es porque el presidente hizo de la organización sobre el terreno la parte fundamental de su campaña. La campaña de Clinton, por su parte, es una especie de retroceso hacia la década de 1990: grandes eventos para recaudar fondos y anuncios de televisión. Recientemente trabajé como voluntario en la sede de campaña de Brooklyn, y aunque había entusiasmo por parte de mis colegas empleados de banca telefónica, los esfuerzos organizativos necesitan ser más agresivos y se debieron haber reclutado organizadores más experimentados. Cuando me fui, nadie siquiera intentó registrarme para otro turno.
Hay mucho debate dentro de las campañas y entre los estrategas sobre qué es lo más importante. Los anuncios por televisión o una sólida estrategia de captación de votantes puerta a puerta. En 2008 y 2012, incluso algunos demócratas cuestionaron el enfoque de Obama en el reclutamiento de voluntarios para la captación de votantes sobre el terreno. Al final, la respuesta quedó clara. Se necesitan ambos. Hay que competir en los medios, pero también sobre el terreno.
Los anuncios de TV, ya sean políticos o comerciales, tienen un impacto no cuantificable. Las operaciones sobre el terreno, por el contrario, tienen una correlación directa entre la "inversión", o las donaciones/contribuciones, y la participación de los votantes. Los voluntarios tocan puertas, registran votantes y, lo más importante, se aseguran de que la persona vote. De esta manera, un candidato puede diseñar sistemáticamente una victoria porque sabe cuántos votos son necesarios para ganar un determinado distrito, estado, etc. Además, las operaciones sobre el terreno son mucho más baratas. Un organizador de campo gana aproximadamente 1,000 dólares por semana, con lo cual no se podría pagar tiempo de transmisión en los medios en ninguna parte del país.
Ahora que solo faltan días para la jornada de las elecciones y ya ha comenzado la votación anticipada, probablemente es demasiado tarde para realizar una operación eficaz para obtener el voto. Pero hay un lado positivo. Históricamente, los republicanos se han burlado de la organización. De hecho, en 2012, durante un período de tres meses, nuestros voluntarios encontraron solo un solitario agente electoral tocando puertas para Mitt Romney. Donald Trump tiene una visión aún más borrosa de lo que es la organización de voluntarios y la obtención del voto. La ausencia de esfuerzos organizativos por parte de los republicanos podría compensar cualquier deficiencia que haya tenido la campaña de Clinton.
Pero la campaña de Clinton no debería sentirse animada por esta vulnerabilidad. Los candidatos Gary Johnson y Jill Stein se llevarán algunos votantes. La mala organización podría resultar en la pérdida de miles de votos, y le podría costar la presidencia a la secretaria Clinton. Lo que es más importante aún, en el estado de Florida, todos sabemos que la historia puede cambiar con solo 537 votos.
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.







