Mucho se ha hablado sobre el poder que traen los medios sociales a las campañas electorales y la influencia que estos mismos tuvieron sobre la comunidad latina en las recientes elecciones presidenciales en Estados Unidos.
El efecto de los medios sociales sobre las campañas electorales
“El arte de los medios sociales es buscar el balance correcto de interacción con el público. Y eso, en política, es particularmente importante”.

Las costumbres de los más de 57 millones de latinos que residen en Estados Unidos divergen de acuerdo a la región de donde provengan y sus hábitos se modifican constantemente.
Aunque la mayoría de ellos buscan en gran parte lo mismo –trabajo estable, salario digno, buena educación para sus hijos, el seguro de salud asequible– la realidad es que son culturalmente distintos.
Dependiendo del país de origen –México, Venezuela, Colombia, etc– hay diferencias en términos de qué tipo de comidas les gusta, que programas de televisión disfrutan o que música les gusta escuchar.
Es aquí donde los medios sociales juegan un papel muy importante. Con plataformas como Facebook y Twitter, y a partir de la base de datos claramente segmentada –para lograr que el mensaje llegue diáfano–, se fragmenta la información por grupos. Eso la hace más selectiva y con mucho más alcance, pues se crea un espíritu de coincidencia que concluye generalmente en la aceptación del mensaje.
Los micro objetivos (en inglés microtargeting) permiten alcanzar a las personas con anuncios basados en sus características individuales –sexo, edad, hobbies, música que escuchan, libros que leen, compras que hacen en internet y muchas más– lo que facilita el alcance de los objetivos perseguidos.
El arte de los medios sociales es buscar el balance correcto de interacción con el público. Y eso, en política, es particularmente importante. Poca interacción disminuye el interés de los votantes y demasiada interacción puede destruirlo. Quien lograr colocar el fiel de manera equilibrada gana la partida.
En términos de la participación del voto latino en la última campaña presidencial en los Estados Unidos, ese objetivo se logró. La conjunción de organizaciones latinas no gubernamentales, asociaciones sin fines de lucro, compañías, comunidades y páginas web en español con agencias digitales prestigiosas –con trayectoria y experiencia suficiente para organizar ordenar la información y luego proyectarla sobre los diferentes sectores de manera audaz y certera– fue fundamental para llevar a más de 13 millones de votantes latinos a las urnas.
Las campañas electorales tienen acceso a una cantidad casi ilimitada de datos y los estrategas políticos han logrado estudiar tendencias de comportamiento e interacciones humanas, además contar con la información demográfica de su público.
Con esto en mente, es preciso que las campañas electorales, sin importar país, partido, o popularidad del candidato, utilicen los medios sociales como un arma política que permite que cualquier mensaje llegue a millones de personas.
La tendencia ha ido virando, en particular, hacia el video en vivo. Plataformas como Snapchat, Facebook Live, Instagram Live y Periscope permiten que cualquier candidato o campaña transmitan en vivo sus actividades a millones de seguidores en solo segundos.
Con la comunicación en tiempo real, la potencialidad es inmensa y las posibilidades son casi infinitas. Ahora que el mundo está más conectado que nunca, los medios sociales y las estrategias digitales deben ser utilizadas de una manera eficaz e inteligente. No hacerlo es retrotraer la historia pasada. Los cambios son de instante en instante. No hay grises.
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.







