El covid nuestro de cada día

"Es grande la tentación de proclamar que ya le ganamos la pelea al covid, como hacen políticos, comentaristas y profesionales de la salud contagiados de 'wishful thinking' y politiquería. No menos seductora es la idea de creer que ya la perdimos. Yo pienso que más bien nos hemos acostumbrado al covid como quien se acostumbra a un mal matrimonio. Hemos superado ciertos hábitos y reglas que nos impuso. Pero también hemos asimilado otros, convirtiéndolos en parte íntegra de nuestra rutina diaria".

"La pandemia nos ha impuesto asimismo costumbres que serán difíciles de erradicar".
"La pandemia nos ha impuesto asimismo costumbres que serán difíciles de erradicar".
Imagen Al Bello/Getty Images

Al cabo de tres años de lucha a muerte, hemos aprendido a malvivir con el covid-19. El virus está por todas partes. Todavía contagia, enferma y mata. Pero con la ingenuidad y soberbia que nos caracteriza como especie, no le prestamos demasiada atención. Muchos incluso fingen que ya no existe. Otros invocan alegremente el 'covid fatigue'. La enfermedad, por su parte, parece conformarse con seguir causando estragos, aunque no tan severos como al principio; y con habernos cambiado nuestro estilo de vida.

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La Organización Mundial de la Salud estima que los casos de covid-19 en el mundo han disminuido 58% este año. Pero todavía contabiliza cuatro millones y medio diarios, a pesar de que algunos países sometidos a dictaduras ni siquiera los reportan o dan cifras amañadas. Incluso la respetable Universidad de Johns Hopkins dejó de rastrearlos. Aun así, sabemos que más de 873,000 personas mueren semanalmente de covid en el mundo. Y que ningún país registra tantos fallecimientos por el mal como EEUU, con un total de 3,431 semanales.

Es grande la tentación de proclamar que ya le ganamos la pelea al covid, como hacen políticos, comentaristas y profesionales de la salud contagiados de 'wishful thinking' y politiquería. No menos seductora es la idea de creer que ya la perdimos. Yo pienso que más bien nos hemos acostumbrado al covid como quien se acostumbra a un mal matrimonio. Hemos superado ciertos hábitos y reglas que nos impuso. Pero también hemos asimilado otros, convirtiéndolos en parte íntegra de nuestra rutina diaria.

Mi último noticiero
Jorge Ramos

“Al decir esta noche mis últimas palabras en el noticiero, me quedé pensando en todo lo que me queda por delante. Después de todo, los periodistas nunca se retiran. Estamos condenados toda la vida a perseguir noticias, a perseguir lo nuevo”. <br/>

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Inventando otro Macondo
Jorge Ramos

“El reto de la serie era, en el mejor de los casos, complementar al libro y dar una visión, entre millones, de cómo era la vida en Macondo. Y lo logra. Agradezco las narraciones tomadas íntegramente del libro y las magníficas actuaciones marcadas por las páginas más que por las improvisaciones”.

Cómo vencer a Trump
Jorge Ramos

<b>“</b>En la cabeza de Trump todo conspira para demostrar su poder. Ganó la elección y el voto popular, se desvanecen los juicios en su contra, y legalmente se siente protegido para hacer lo que se le pegue la gana. Se siente en el tope. Es en este contexto que Trump amenazó con la imposición de aranceles contra México, Canadá y China”.

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Opinión
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En México nadie sabe cómo
Jorge Ramos

<i>“Duele pero hay que decirlo: en México nadie sabe cómo detener la violencia. Si lo supieran, ya lo hubieran intentado. Lo que hemos visto desde la época de Felipe Calderón, cuando se declaró la guerra contra los narcos, son distintos experimentos -todos fallidos- para enfrentar la violencia”.</i>

La cruel y tonta idea de las deportaciones masivas
Jorge Ramos

<i>“Causarán un daño irreparable a miles de familias y a la economía estadounidense. No se trata de expulsar a los indocumentados sino de integrarlos a este país. Sería mucho más barato y efectivo. Pero Trump y sus asesores solo se oyen a sí mismos”.</i>

Trump: una amenaza para México
Jorge Ramos

“Hay mucho que negociar antes que Trump tome posesión el 20 de enero. Pero el peligro de deportaciones masivas, aranceles y hasta de operaciones militares en su territorio ha puesto en alerta a la nueva presidenta de México. Sheinbaum y Trump ya hablaron y se dijeron esas cosas huecas que se dicen los presidentes por teléfono”.

Y si los latinos deciden la elección…
Jorge Ramos

“La realidad es que cada vez hay más votantes latinos. Este año hay 36.2 millones de hispanos elegibles para votar, casi cuatro millones más que en 2020, según el centro Pew. Y aunque no todos van a salir a votar, los que lo hagan serán suficientes para definir quién será el próximo presidente o presidenta de Estados Unidos”.

El enemigo perfecto
Jorge Ramos

“Gane quien gane la elección en Estados Unidos, las cosas van a empeorar para los recién llegados. Los inmigrantes son el enemigo perfecto en esta campaña electoral. Son muy vulnerables, lo dejaron todo en su país de origen y no se pueden defender de los ataques injustificados de los políticos que solo quieren ganar votos”.

El enemigo perfecto

Opinión
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  El mundo imaginario de Donald Trump
Jorge Ramos

&quot;En este caso, nos toca apuntar y corregir todas las mentiras que Trump ha dicho -y que sigue diciendo- sobre los inmigrantes, sobre la insurrección del 6 de enero del 2021 y sobre todos los esfuerzos ilegítimos por negar los resultados de las elecciones del 2020. Las democracias mueren, primero, desde dentro&quot;.

Por la familia, todo: Ruben Gallego sobre su candidatura para ser el primer senador latino de Arizona
Rubén Gallego

&quot;A los 14 años, vi a mi familia y a mi comunidad y me dije: hay un futuro mejor para nosotros; podemos progresar y las cosas pueden mejorar. Todo lo que hago y lo que soy tiene sus raíces en mi comunidad latina, y me llena de humildad poder llegar a representar a nuestra comunidad en el Senado. Es un deber que asumiré con orgullo y mucho honor.&quot; Read this content in <a href="https://www.univision.com/univision-news/opinion/por-la-familia-todo-ruben-gallego-on-running-to-be-arizonas-first-latino-senator" target="_blank" link-data="{&quot;cms.site.owner&quot;:{&quot;_ref&quot;:&quot;00000147-f3a5-d4ea-a95f-fbb7f52b0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;ae3387cc-b875-31b7-b82d-63fd8d758c20&quot;},&quot;cms.content.publishDate&quot;:1726508152821,&quot;cms.content.publishUser&quot;:{&quot;_ref&quot;:&quot;0000017b-d1c8-de50-affb-f1df3e1d0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;6aa69ae1-35be-30dc-87e9-410da9e1cdcc&quot;},&quot;cms.content.updateDate&quot;:1726508152821,&quot;cms.content.updateUser&quot;:{&quot;_ref&quot;:&quot;0000017b-d1c8-de50-affb-f1df3e1d0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;6aa69ae1-35be-30dc-87e9-410da9e1cdcc&quot;},&quot;link&quot;:{&quot;target&quot;:&quot;NEW&quot;,&quot;attributes&quot;:[],&quot;url&quot;:&quot;https://www.univision.com/univision-news/opinion/por-la-familia-todo-ruben-gallego-on-running-to-be-arizonas-first-latino-senator&quot;,&quot;_id&quot;:&quot;00000191-fbe7-dddd-a5f7-ffef61bf0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;ff658216-e70f-39d0-b660-bdfe57a5599a&quot;},&quot;linkText&quot;:&quot;english&quot;,&quot;_id&quot;:&quot;00000191-fbe7-dddd-a5f7-ffef61bb0000&quot;,&quot;_type&quot;:&quot;809caec9-30e2-3666-8b71-b32ddbffc288&quot;}">english</a>.

En los últimos meses, se ha hecho optativo el uso de mascarillas. Se han reabierto las fronteras y reducido las restricciones sanitarias a los viajeros en gran parte del mundo. También reabrieron gimnasios, cines, teatros. Seis de cada 10 personas que habíamos recurrido al trabajo desde la casa regresamos a nuestras oficinas. Se reanudaron las clases presenciales en colegios y universidades. Y los consumidores retornamos con fervor a los supermercados y tiendas. Son algunas de las batallas importantes que le ganamos al covid.

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Pero la pandemia nos ha impuesto asimismo costumbres que serán difíciles de erradicar. Para paliar la soledad de los encierros forzosos, casi la mitad de los hogares en EEUU sumaron un perro o un gato a la familia. La tele consultas, que estuvieron a la orden del día hace un par de años, siguen operando con pacientes vulnerables y gente precavida que rehúsa visitar centros médicos atestados de pacientes. Cuatro de cada 10 trabajadores remotos continúan laborando desde sus hogares y dicen no tener planes de regresar a sus oficinas.

De hecho, se ha convertido en una moda a mi juicio muy placentera el 'bleisure', neologismo inglés que designa la práctica de combinar trabajo remoto con vacaciones. Estas 'trabavacas' permiten a millones de personas viajar a otros países o ciudades para conocer otras culturas y turistear sin dejar de aportar trabajo a sus empresas y dinero a sus bolsillos. Han sido, además, uno de los motores que han impulsado los negocios tipo Airbnb y Vrbo que proliferan en países eminentemente turísticos como Puerto Rico, España y México, para mencionar tan solo a algunos que me tocan muy de cerca.

A nivel individual, aprendimos a apreciar mejor en qué personas de nuestro entorno cotidiano podemos confiar para afrontar una crisis y a cuáles nos convendría mantener a distancia. Abundaron los gestos solidarios, la empatía y los sacrificios, sobre todo del personal de emergencia, desde médicos, enfermeros y personal de servicio hasta socorristas y policías que con admirable entrega salvaron infinidad de vidas a veces a expensas de las suyas. También sobraron los comportamientos antagónicos de personas que descargaron sus inseguridades y frustraciones – o su autismo moral - ignorando las disposiciones sanitarias y hasta recurriendo a los insultos y la violencia contra quienes las hacían cumplir o las observábamos.

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Muchos comprobaron que el buen vivir no se reduce al cumplimiento obsesivo de tareas y deberes impuestos desde afuera, ya sea por centros de trabajo y estudios, gobiernos u otras entidades comunitarias, sino que requiere un ejercicio más amplio y sustantivo de la intimidad personal y familiar. Traté de expresarlo en una columna, escrita en pleno apogeo de la pandemia, en la que evoqué la famosa expresión del novelista checo Milán Kundera de que “la vida está en otra parte”. Esa otra parte abarca los placeres incomparables del diálogo y la compañía familiar, la lectura abundante y la apacible contemplación del mundo interior y exterior. Eso pensaba entonces. Y eso sigo pensando hoy, cuando hemos aprendido a coexistir, mal que bien, quizás más mal que bien, con la pandemia de covid-19.

Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.