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Wolfowitz vaticina más violencia en Irak

El subsecretario de Defensa de EU, Paul Wolfowitz, pronosticó que la violencia se intensificará en Irak entre el 30 de junio y las elecciones de enero.
23 Jun 2004 – 12:00 AM EDT
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"Sería un error pensar que la violencia se reducirá después del 30 de junio, pues creo que el enemigo tratará de detener los avances ya realizados hasta la organización de las elecciones (en enero de 2005), que también será otra oportunidad para intimidar a los iraquíes", declaró Wolfowitz ante la comisión de Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes.

El número dos del Pentágono dijo que Estados Unidos y el nuevo gobierno iraquí podrían llegar a un acuerdo sobre la imposición de una ley marcial en determinadas áreas de Irak después del traspaso de soberanía el 30 de junio.

"Creo que tendríamos que aclarar a qué se refiere con ello", dijo Wolfowitz en relación a una propuesta presentada en ese sentido por el primer ministro iraquí, Iyad Allaui.

"Por lo que recuerdo, se refirió a ciertas áreas y creo que depende de qué áreas. Podría ser que llegáramos a un acuerdo de que es necesario llevar orden a un área particularmente difícil", agregó.

"Creo que todos los avances que realizamos hasta el presente en el sector civil (escuelas, hospitales, electricidad, infraestructuras petroleras...) están fundamentalmente amenazadas por la falta de seguridad", afirmó Wolfowitz, quien acaba de regresar de una gira por Irak.

No estuvo en condiciones de estimar cuánto duraría la presencia militar estadounidense en Irak.

"No puedo decirles cuánto tiempo llevará eso, pero (nuestra misión) terminará cuando los iraquíes estén en condiciones de defender por sí mismos a su país (...), de estar en la primera línea", explicó Wolfowitz.

El general Peter Pace, jefe adjunto del estado mayor conjunto, estimó por su parte ante la misma comisión "que se podía esperar más violencia en el curso de las próximas semanas, ya que la mayor amenaza que enfrenta el enemigo es la instalación de un régimen democrático".

El futuro de Saddam Hussein

Por otro lado, las fuerzas estadounidenses entregarán la jurisdicción sobre Saddam Hussein a un nuevo gobierno iraquí una vez que los tribunales iraquíes emitan una orden de arresto y soliciten el traslado del ex dictador, informó el martes una fuente norteamericana.

Sin embargo, los militares estadounidenses mantendrán la custodia física del ex líder iraquí y de otras figuras del antiguo régimen, y permitirán que sean visitados tanto por fiscales como abogados, dijo la fuente a condición de anonimato.

Por los momentos la medida no se concretará porque el gobierno iraquí aún no tiene la capacidad de encarcelar a esos individuos, agregó el informante.

Mientras en Bagdad, un juez militar se negó el martes a sobreseer las acusaciones contra un soldado estadounidense acusado de abusar de prisioneros iraquíes. El sargento Iván L. "Chip" Frederick es imputado con otros siete soldados de humillar y torturar a varios prisioneros en el reclusorio de Abu Ghraib.

Frederick accedió el martes a comparecer ante la justicia militar pese a la ausencia de su abogado civil, dijeron los militares. La aceptación del pedido de Frederick habría equivalido a retirar todas las acusaciones formuladas contra el militar.

La víspera, un juez militar postergó la comparecencia de Frederick debido a la ausencia de su abogado civil, Gary Myers.

El abogado militar de Frederick, el capitán Robert Shuck, dijo el lunes que Myers deseaba participar vía telefónica porque su permanencia en Irak "hace peligrar la vida de las personas".

El juez, el coronel James Pohl, rechazó airadamente la sugerencia, y agregó que recibió -y rechazó- ya un correo electrónico de Myers en el que solicitaba su participación telefónica.

Frederick es uno de los siete soldados acusados de maltratar a prisioneros en el reclusorio de Abu Ghraib, al oeste de Bagdad.

El lunes, los abogados de otros dos acusados, el soldado Charles A. Graner y el sargento Javal S. Davis, rechazaron las acusaciones de que sus clientes hubiesen participado en el uso de torturas ilegales.

Los abogados insistieron que sus clientes se limitaron a obedecer órdenes de los mandos superiores y de los agentes de espionaje militar. Los acusados obtuvieron el lunes el derecho a interrogar a mandos estadounidenses para reforzar su defensa.

La orden, firmada por un juez militar, cita la comparecencia del teniente general Ricardo Sánchez, comandante de las fuerzas armadas estadounidenses en Irak, y el general John Abizaid, jefe del Mando Central norteamericano.

Los abogados defensores tendrán además derecho a interrogar al mayor general Geoffrey Miller, encargado de la prisión en la base naval de Guantánamo y que regenta ahora los reclusorios militares estadounidenses en Irak.

Otros mandos que podrían ser interrogados son el teniente general Thomas F. Metz, comandante de los Cuerpos Multinacionales en Irak, y la mayor general Bárbara Fast, jefa de las operaciones de espionaje aliadas.

Además, el Ejército estadounidense emplazó el equivalente castrense de un jurado investigador para que escuche el caso de la soldada Sabrina Harman, dijo el martes el alto mando estadounidense. Esa audiencia determinará si encara un consejo de guerra.

Sánchez niega que autorizó abusos

Por su parte, el general Sánchez, negó haber autorizado el abuso de presos iraquíes.

Sánchez dijo el lunes que veía con beneplácito que se realizara una amplia investigación sobre la participación de su propio comando por el escándalo de los abusos cometidos contra los prisioneros iraquíes.

"El mejor amigo de un hombre honesto es una buena investigación", destacó Sánchez, que creció en Rio Grande City y cursó sus estudios universitarios en Texas A&M University-Kingsville, dijo al diario Corpus Christi Caller-Times en una entrevista telefónica desde Bagdad.

"No hay nada que me preocupe en lo que respecta a las acciones que haya tomado", agregó el militar.

El lunes, abogados de dos acusados por los abusos obtuvieron el derecho de que se interrogue a Sánchez y a otro de los generales a fin de sustentar el alegato de sus clientes, de que recibieron órdenes de maltratar a los reclusos. La orden judicial, emitida por un tribunal militar en las audiencias preliminares, obliga a que Sánchez rinda testimonio.

"Las acciones que tomé fueron las mejores de que disponía en el contexto militar", dijo Sánchez al diario. "Las decisiones tenían por objeto proteger a los hombres y mujeres que combaten aquí".

El comandante mantuvo su testimonio en el Congreso, en que dijo que no tenía conocimiento de abuso alguno antes que iniciara una investigación en enero.

Entre tanto, las autoridades de Estados Unidos liberaron a un grupo de reos de la prisión de Abu Ghraib el martes, lo cual elevó el número de liberados en los últimos dos meses a más de 2 mil, dijo un comandante norteamericano.

Vehículos blindados Humvee escoltaron al menos tres autobuses salidos de la tétrica cárcel al occidente de Bagdad, según imágenes de Associated Press Television.

La liberación es la séptima llevada a cabo en siete semanas, dijo el teniente coronel Tim Ryan, comandante del 2° Batallón del 12° Regimiento de Caballería.

"Los prisioneros fueron liberados ya sea tras haber terminado sus condenas o haber sido juzgados y no haberse encontrado evidencias suficientes en su contra", dijo Ryan a la prensa.

La prisión es el centro de un escándalo generado por el maltrato de los reos por parte de soldados norteamericanos.

Las autoridades estadounidenses dijeron que liberarán o transferirán a cientos de reos al control iraquí, luego de la entrega de la soberanía nacional el 30 de junio.

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