Violencia en Gaza deja cuatro muertos
Los cuatro milicianos murieron abatidos por fuerzas israelíes que vigilan la comunidad agrícola de Nahal Oz, contigua a la franja de Gaza y donde trataban de colocar varios artefactos explosivos.
Según el periódico Haretz, la patrulla israelí disparó sobre los palestinos tras saltar la alarma de la verja electrónica del puesto de control que separa Gaza de Israel, tras el paso de personas no autorizadas.
El disparo, efectuado desde un carro blindado, ocasionó el estallido de los explosivos de los milicianos, lo que provocó el fallecimiento de cuatro de ellos, agregaron las fuentes.
Esta semana han muerto en Gaza 35 palestinos y 13 soldados israelíes, dentro de una espiral de violencia imparable que comenzó el martes con una incursión israelí en el barrio Zeitún, en la que las milicias infligieron un duro golpe al Ejército con la muerte de seis militares.
Mientras tanto, en Jerusalén, las fuerzas de seguridad israelíes han reducido el estado de máxima alerta que declararon por la tarde debido a informaciones sobre un atentado suicida inminente.
La prensa ha vinculado la alerta en Jerusalén con el estado de sitio que el Ejército ha declarado en las últimas horas en las localidades palestinas de Betania, el campo de refugiados de Qalandia y la aldea de A-Ram, todas ellas al norte de la Ciudad Santa.
El estado de alerta ha ocasionado prolongados atascos en los accesos a Jerusalén, donde los vehículos eran revisados uno por uno.
En un hecho sin relación aparente, el Ejército israelí también ha rodeado esta noche una edificio de viviendas en la ciudad de Ramala, en una operación de búsqueda y captura de un activista palestino que formó parte de un grupo que hasta el mes pasado estuvo refugiado en la mukata o "gobernación".
Se trata de Kamal Raanen, considerado por Israel el activista palestino más destacado de los que se refugiaron en la mukata junto con el presidente Yasser Arafat, quien los expulsó el mes pasado por temor a que Israel los usara como excusa para una operación militar, dijeron fuentes palestinas.
Raanen es uno de los dirigentes locales de las Brigadas de Al-Aksa, el brazo armado del movimiento Al-Fatah.
Fuentes militares israelíes han desmentido que sus fuerzas estén actuando en la misma ciudad de Ramala.
Finalmente, el domingo por la noche se informó también de tiroteos en los alrededores de Hebrón entre milicianos palestinos y una patrulla israelí, suceso que acabó con un herido palestino.
Las fuentes dijeron que los palestinos huyeron de los soldados a la vecina aldea de Yatta, donde ahora son buscados por el Ejército.
Una "trinchera de seguridad"
Por otro lado, Israel se prepara a excavar una enorme trinchera en el sur de la Franja de Gaza para proteger a las patrullas del Ejército de ataques de activistas y para ello tendrá que destruir casas palestinas, informó el domingo por la noche una televisión israelí.
Según la segunda cadena (privada) de la televisión israelí, el Ejército prevé cavar una trinchera de 20 metros de profundidad y de entre 60 a 80 metros de ancho a lo largo de la frontera con Egipto. No dio las medidas que tendrá de largo.
Entre esta "trinchera de seguridad" y las casas palestinas más cercanas, en frente de la frontera, se prevé despejar un espacio de 150 metros de ancho y se instalarán varios puentes para que los soldados israelíes que vigilan la frontera puedan atravesar la fosa.
Según la televisión, este proyecto implica la destrucción de casas, pero no se especifica cuántas, aunque sí se adelanta que todas están vacías.
La cadena afirmó que el jefe de estado mayor israelí Moshé Yaalon presentó el domingo el proyecto durante la reunión semanal del gabinete israelí. De momento, ninguna fuente militar confirmó la noticia.
Israel piensa demoler centenares de viviendas en un campamento de refugiados palestinos si persiste en ese lugar la violencia y el contrabando de armas, afirmaron fuentes oficiales.
Además, el estado judío aumentará sus operaciones militares en la Franja de Gaza, especialmente sus ataques aéreos y demoliciones de viviendas, en repuesta al reciente aumento de la violencia en la zona, dijeron el domingo funcionarios israelíes.
En la primera reunión del gabinete desde que murieron la semana pasada 13 soldados israelíes en tres incidentes en Gaza, el ministro de Defensa Shaul Mofaz y el teniente general Moshe Yaalon prometieron reprimir a los grupos irregulares armados, según fuentes que asistieron a la reunión.
El principal punto de fricción en los últimos días ha sido el campamento de refugiados de Rafa, junto a la frontera entre Gaza y Egipto, donde la semana pasada murieron siete soldados israelíes -cinco a causa de una mina terrestre y los otros dos por los disparos de francotiradores.
En respuesta, las topadoras del Ejército demolieron el viernes 88 casas en Rafa, según la Agencia de Ayuda y Obras de las Naciones Unidas, que atiende a los refugiados. La demolición dejó a unos mil palestinos sin hogar, agregó el organismo.
Estados Unidos criticó el domingo esta política israelí.
"No creemos que sea una medida productiva", dijo el secretario de Estado Colin Powell, en Jordania para participar en el Foro Económico Mundial. "Sabemos que Israel tiene derecho a defenderse, pero nos oponemos a este tipo de medidas que han tomado en Rafa con la destrucción de viviendas palestinas".
El Ejército quiere demoler más casas para ampliar la carretera que patrullan sus soldados, situada entre el campamento y la frontera con Egipto. La carretera tiene una longitud de 9 kilómetros y en un principio fue trazada con una anchura de 22 metros.
Desde el comienzo de las hostilidades, las fuerzas israelíes destruyeron centenares de viviendas en Rafa situadas junto a la carretera y ampliaron la zona de amortiguamiento, en algunos casos hasta los 200 metros.
Un mando militar israelí, que habló a condición de guardar el anonimato, dijo que los militares quieren ampliar toda la zona a 250 metros -lo que requerirá la demolición de más viviendas.
El Canal Dos de la televisión israelí dijo que el Ejercito considera además excavar una profunda zanja entre el campamento y la carretera patrullada para evitar que los palestinos construyan túneles dedicados al contrabando de armas entre Egipto y la Franja de Gaza.
La Corte Suprema israelí rechazó el domingo un pedido para que impidiera la demolición de otras 13 viviendas en Rafa. Los tres jueces fallaron que el ejército tiene una "necesidad real y perentoria" que justifica esas demoliciones.
El director del Centro Palestino para los Derechos Humanos, Raji Sourani, dijo que la demolición de viviendas viola las Convenciones de Ginebra y pidió a las naciones signatarias que intervengan.
Peter Hansen, el director del organismo de la ONU, dijo estar "extremadamente alarmado" por los planes israelíes de destruir más viviendas.
Por otra parte, el mufti de Jerusalén, Ikrima Sabri, fue detenido el domingo para ser interrogado y sería liberado en unas horas, dijo la policía.
Sabri fue detenido en varias ocasiones para ser interrogado en torno a sus inflamatorios sermones en la mezquita de Al Aqsa, según consideran las autoridades israelíes.
Las cruentos sucesos de la semana pasada en Gaza -en los que murieron también 32 palestinos- incrementaron los pedidos en Israel para que el estado judío se retire unilateralmente de esa franja costera.
En la Franja de Gaza viven 7,500 colonos judíos en medio de 1.3 millones de palestinos.
Más de 100 mil israelíes se congregaron el sábado por la noche en las calles de Tel Aviv para pedir al primer ministro Ariel Sharon que adopte su plan para retirarse de la Franja de Gaza y de cuatro asentamientos cisjordanos, además de reanudar las negociaciones de paz. Fue una de las mayores manifestaciones efectuadas en años.
Las encuestas indican que una mayoría de israelíes apoyan una retirada de Gaza, pero el oficialista Partido Likud -una pequeña fracción de la población general- rechazó el 2 de mayo en un referéndum el plan de retirada de Gaza.
Los organizadores de la manifestación del sábado por la noche dijeron que fue una respuesta a la votación del Likud, y destacó que una sólida mayoría del público israelí ve con buenos ojos el plan de Sharon.
Sharon, súbitamente enfrentado a los halcones de su partido, prometió revisar el plan.
Fuentes de su oficina, que hablaron a condición de guardar el anonimato, dijeron el domingo que la manifestación respaldará su causa. Agregaron que el primer ministro pedirá en dos semanas a su gabinete que apruebe un plan de retirada unilateral con unos pocos cambios cosméticos.
La muerte de los soldados en Gaza -dos de ellos abatidos mientras buscaban los restos de sus camaradas de armas- causaron la indignación pública en Israel.
Mofaz prometió el viernes aumentar la actividad militar en Gaza. "Aumentaremos la lucha", dijo Mofaz, según varios de los participantes en la reunión.
Varios helicópteros israelíes dispararon cohetes la madrugada del domingo contra Ciudad de Gaza y dejaron sin electricidad a unos 40 mil palestinos. Los objetivos atacados fueron una oficina de Hamas y la de un grupo afiliado al movimiento Fatah de Arafat. La electricidad fue restaurada horas después.