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Talabani, el nuevo presidente de Irak

Por primera vez en la historia del Irak moderno - la antigua Persia-, un kurdo asumió el jueves la magistratura suprema del país.
7 Abr 2005 – 12:00 AM EDT
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La comunidad kurda, que representa entre 15 y 20 por ciento de la población iraquí, fue durante largo tiempo perseguida bajo los diferentes regímenes que conoció el país, pero sobre todo por el régimen de Saddam Hussein.

En 1988, el antiguo régimen derrocado por una coalición internacional encabezada por Estados Unidos no vaciló en matar con gases a 5 mil kurdos, deportar a un número indeterminado y obligarlos al exilio.

Otra novedad en la historia de Irak: el jefe de Estado saliente, el sunita Ghazi Al-Yauar, aceptó dejar su puesto para convertirse en vicepresidente, sin ser expulsado o ejecutado, como fue el caso de todos sus predecesores desde la instauración de la República en 1958.

El otro vicepresidente elegido el miércoles es el ministro de Finanzas saliente, el chiíta Adel Abdel Mahdi, antiguo maoísta que luego fue partidario de la revolución iraní.

Elegidos por el Parlamento, Talabani, Yauar y Mahdi obtuvieron los votos de 228 de los 275 diputados. De los 257 presentes en la sala, 29 votaron en blanco.

Talabani es el jefe de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), uno de los principales partidos kurdos de Irak.

Buenas noticias, pero...

La instalación el jueves del nuevo equipo de gobierno en Bagdad es una buena noticia para los esfuerzos de Estados Unidos de normalizar políticamente al país, pero deja muchos problemas pendientes.

Entre las dudas sobresalen la redacción de una nueva Constitución, prevista para mediados de agosto, y el tiempo de permanencia de las 140 mil tropas estadounidenses.

Los expertos dicen que la asunción de los nuevos dirigentes interinos iraquíes consolida el proceso de democratización que comenzó con la histórica elección del 30 de enero pasado, pero que la prolongación de las tratativas y los acuerdos de gobernabilidad auguran futuras dificultades en el camino hacia la consolidación del nuevo sistema.

Estos avances tienen pocas oportunidades de surtir efecto en el corto plazo en temas referidos a la seguridad y a las perspectivas de que las fuerzas estadounidenses abandonen Irak, que todavía deberán hacer frente a la insurrección por un tiempo indeterminado, destacaron los medios estadounidenses.

"Creo que se trata de un avance que permite fortalecer la voz de los iraquíes, condición indispensable para todo progreso, pero restan varios desafíos importantes a solucionar", destacó Frederick Barton, especialista del tema iraquí en el Center for Strategic and International Studies (CSIS) de Washington.

"El nuevo gobierno puede ayudar a mejorar la credibilidad de la transición en Irak, pero no se encuentra en condiciones de garantizar una mejor seguridad, que continúa siendo el principal tema de preocupación", consideró.

El presidente George W. Bush se congratuló por la toma de posesión de Talaban y dijo que se trata de "un paso trascendental en la transición de Irak hacia la democracia".

El Washington Post publicó que "los iraquíes desafiaron una vez más a los escépticos dando un importante paso hacia la estabilización de su país con un gobierno representativo".

Sin embargo, "los desafíos que deberá afrontar el poder emergente en Irak a lo largo del año son tan grandes que producirá ansiedad en todos los observadores extranjeros", continuó el periódico.

Un buen síntoma

Para Steven Cook, del Council on Foreign Relation (CFR, un centro de estudios independiente en Nueva York), el nombramiento de un nuevo gobierno "es una buena noticia, ya que algunos dirigentes estadounidenses y responsables militares, en el lugar, comenzaban a dudar que la prolongación del bloqueo político socavara la buena voluntad que los iraquíes demostraron durante las elecciones".

Se prevé, además, el surgimiento de dificultades durante la redacción del proyecto de Constitución. A partir de ahora y hasta el 165 de agosto, fecha en que debe ser terminado el proyecto, las comunidades chiíta, sunita y kurda deberán ponerse de acuerdo para elaborar un proyecto que unifique a un país quebrantado.

"Podemos suponer que el enfrentamiento político que acaba de culminar se repita. Nadie puede asegurar que el plazo del mes de agosto sea respetado", estimó Cook.

No hay fecha establecida

En cuanto al retorno de las tropas estadounidenses, las perspectivas de regreso todavía son inciertas.

"Las fuerzas iraquíes no son capaces de hacer frente a la situación, y no creo que este nuevo gobierno quiera precipitar la partida de las tropas estadounidenses", consideró Cook.

Un proyecto de Constitución iraquí deberá estar listo a más tardar el 15 de agosto, para ser ratificado a través de un referéndum antes del 15 de octubre.

Si se logra este objetivo, señalan los observadores, entonces la Asamblea podrá proponer un calendario de elecciones generales, las que serán organizadas por el gobierno de Talaban para que se desarrollen antes del 31 de diciembre.

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