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Papa saluda a fieles desde su ventana

Juan Pablo II hizo una breve aparición en la ventana de su oficina del Vaticano para tranquilizar a los católicos, preocupados por su salud.
23 Mar 2005 – 12:00 AM EST
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Durante su presentación de un minuto de duración, el pontífice alzo su mano para bendecir a los fieles. Su presentación se inició 15 minutos después de la hora anunciada por el Vaticano. No hubo una explicación inmediata sobre el por qué de la tardanza.

El Papa al parecer no responde bien a sus medicamentos, a pesar de lo cual el Vaticano anunció que se asomaría por su ventana sobre la Plaza de San Pedro a las 11 a.m. locales para saludar a los peregrinos, quienes han estado en el área con la intención de ver al pontífice.

El martes, la Santa Sede anunció que el Papa no realizaría su tradicional audiencia general del miércoles, lo cual indica que su recuperación es más lenta de lo esperado luego de ser sometido el 24 de febrero a una traqueotomía para aliviar una crisis respiratoria.

Pero el jefe del equipo médico del Papa, en respuesta a los señalamientos de los medios italianos sobre que su salud ha empeorado de pronto, dijo que Juan Pablo II no regresaría al nosocomio Policlínica Gemelli, de donde salió hace 10 días.

"No se planea hospitalizar a Juan Pablo II", dijeron los medios italianos al citar al doctor Rodolfo Proietti la tarde del martes.

Sin embargo, la agencia noticiosa Apcom expresó el martes que Juan Pablo II no respondía a los medicamentos y estaba vomitando. La agencia agregó que el pontífice presentaba debilidad y fuertes dolores de cabeza.

El propósito de su breve aparición el miércoles era tranquilizar a los católicos de todo el mundo que han manifestado preocupación en las últimas semanas por su estado de salud. La imagen del Papa saludando desde la ventana fue divulgada por la televisión en numerosos países.

Esta vez Juan Pablo II parecía menos agotado y demacrado que el domingo pasado, cuando bendijo brevemente a los peregrinos al término de la Misa de Ramos, suscitando dudas sobre su recuperación, ya que no pudo pronunciar palabra alguna.

Rumores insistentes de un empeoramiento de sus condiciones de salud generaron fuerte alarma el lunes y el jefe del equipo médico que atiende al Papa, el doctor Proietti, tuvo que pronunciarse para desmentir que el pontífice iba a ser hospitalizado.

Las apariciones públicas del anciano pontífice dividen a la opinión pública, ya que son interpretadas de muchas maneras.

Un español de Murcia, José María Marquero, estimó este miércoles que "los días del Papa están contados. Tenía la cara casi inmóvil. Eso no es una buena señal".

Para una pareja de milaneses, Carmelo y Rosi Nucera, por el contrario, "cada vez que el Papa empeora, se vuelve a recuperar y esta vez nosotros guardamos la esperanza. Somos de un optimismo absoluto".

Según fuentes cercanas al Vaticano el Papa estuvo mal todo el día del lunes y también durante la noche y el malestar continuó el martes, pero sus condiciones de salud no se están agravando.

"El Papa habla bien con su voz, está lúcido y pasa mucho tiempo en su estudio, delante de su escritorio, donde escribe a mano", contaron las mismas fuentes tras confirmar que adelgazó mucho y que tiene dificultades para alimentarse.

"Se está alimentando cada vez menos, para compensar le suministran hierro, pero eso le provoca fuertes dolores de cabeza y nauseas", explicaron. "El gesto del domingo era de rabia, es que se irrita con frecuencia y más cuando lo dejan poco tiempo ante la ventana para saludar a los fieles", comentó la misma fuente.

Hasta ahora el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, no ha divulgado noticias oficiales sobre la salud del Papa, lo que alimenta las noticias contradictorias.

Juan Pablo II, que está molesto por la cánula que le fue colocada en la tráquea el 24 de febrero durante su segunda hospitalización para facilitarle la respiración, realiza todos los días con un médico terapias para recuperar la voz.

El Vaticano excluyó que el Papa pueda participar personalmente en las ceremonias de Semana Santa que conmemoran la muerte y resurrección de Cristo.

El padre Corrado Hejmo, organizador de las visitas de grupos de polacos al Vaticano, declaró: "Tengo la impresión de que el Santo Padre está mejor que el miércoles pasado", cuando apareció en circunstancias similares.

"Sin embargo, para celebrar el camino de la cruz el próximo viernes, el Papa aparecerá solamente por televisión", dijo.

El Papa, que sufre la enfermedad de Parkinson desde hace más de una decena de años, pasó 28 días internado desde el 1 de febrero cuando sufrió la primera grave crisis respiratoria y por prescripción médica debe limitar las salidas y hablar poco.

Las autoridades del Vaticano esperan que el Papa pueda impartir el domingo de Pascua la bendición "Urbi et Orbe", a la ciudad y al mundo.

Por su parte, el cardenal italiano Pío Laghi aseguró el miércoles que las condiciones de salud del Papa Juan Pablo II "no son alarmantes" y los médicos lo protegen pese a sus deseos de "hacer otras cosas".

"No creo que la situación sea alarmante. Los médicos lo protegen porque él quisiera hacer otras cosas. Es necesario que obedezca a los médicos, porque debe cuidarse naturalmente mucho y debe estar en guardia", aseguró el purpurado en Roma al margen de una conferencia de prensa.

"Quiso dejar antes de tiempo el Hospital Gemelli. Esta Semana Santa es para él verdaderamente una semana de sacrificio y la vive con pasión", agregó.

El prelado, de 83 años, ex prefecto de la Congregación para la Educación Católica, pidió a la prensa que sea cautelosa con respecto a los rumores de un empeoramiento de las condiciones de salud del Papa.

"No hay que desatar escándalos, porque muchos católicos tienen muchas esperanzas de que pueda participar en los ritos de la Semana Santa. Por ahora se conectó desde su apartamento con la basílica de San Pedro por vídeoconferencia. Sobre el futuro se verá día por día", concluyó.

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