Faluya se vuelve una guerra de palabras
Desde el comienzo de la Operación "Furia Fantasma", Estados Unidos ha puesto de manifiesto que no desea que la batalla de Faluya se pierda en las ondas de radio o en la internet.
La Casa Blanca y el gobierno provisional de Irak califican el asalto como una guerra contra extremistas islámicos extranjeros, pero los rebeldes la describen como un ataque contra iraquíes, musulmanes y árabes inocentes.
El general George Casey, máximo jefe de las tropas norteamericanas en Faluya, dijo al comienzo del asalto que "la propaganda es algo que ya esperábamos y estamos preparados" para refutar las acusaciones.
En un reciente despacho, la televisión árabe informó que las fuerzas estadounidenses habían bombardeado una clínica de Faluya, pero la noticia fue desmentida en el acto.
Un texto entregado por las tropas americanas dijo que la información carecía de base y agregó: "Los insurgentes han utilizado previamente acusaciones de muertes de civiles como parte de sus esfuerzos por distorsionar" la realidad.
Exigen moderación
Aunque varios dirigentes árabes y otras figuras prominentes han emitido urgentes llamado a la moderación en Faluya, las hostilidades de esta semana no han provocado las pasiones generalizadas contra Estados Unidos que se percibieron en abril, cuando las fuerzas sitiaron por primera vez la emblemática urbe.
Es posible que ello esté relacionado con la atención prestada por la opinión pública -y la prensa árabes- al estado de salud del dirigente palestino Yaser Arafat, quien murió esta madrugada en Paris, Francia.
Y también con el hecho de que la posición de resistencia árabe de Faluya puede haber quedado severamente erosionada por su utilización como lugar para la decapitación de extranjeros secuestrados por los insurgentes.
Faluya también ha sido usada como refugio por parte de secuestradores que han tomado rehenes con fines de extorsión.
Ello no quiere decir, empero, que no se hayan emitido noticias destinadas a contrarrestar la versión de Estados Unidos e Irak acerca del asalto a Faluya.
Ya en el primer día del asalto se propagó la versión de que docenas de soldados norteamericanos habían sido tomados como rehenes. Esa noticia fue transmitida por varias estaciones árabes de televisión, pero nunca fue confirmada.
Según informes difundidos el jueves por el Pentágono, el Ejército estadounidense estima que más de 500 insurgentes murieron en la ofensiva militar por el control de Faluya.
Un funcionario, que pidió reserva de identidad a la Agencia Francesa de Noticias (AFP), indicó que pese a una resistencia menor a la esperada, los Marines protagonizaron duros combates en la ciudad, que dejaron como resultado muchos insurgentes fallecidos.
Consultado sobre cuántos insurgentes habían muerto en el combate por Faluya, el oficial dijo: "Más de 500".
Las tropas estadounidenses e iraquíes lanzaron un asalto contra el bastión sunita de Faluya situado a 50 kilómetros al oeste de Bagdad y esperan tener el control de la ciudad para el sábado.
Fuentes militares también dijeron que 18 soldados estadounidenses habrían muerto desde que comenzó la operación el lunes.
Decenas de capturas
Consultado en una entrevista con la televisión ABC el General Richard Myers, jefe del estado mayor conjunto, afirmó que había "violentos combates" en Faluya y que "cientos y cientos de insurgentes habían muerto o fueron capturados y que eso continuará".
Myers, que concedió entrevistas a otras cadenas de televisión con motivo del día de los veteranos de guerra, consideró que el hecho de que los Marines avancen rápido en Faluya no quiere decir que los rebeldes hayan abandonado la ciudad.
"Una de las razones por la cual Faluya parece una ciudad fantasma, es porque el gobierno iraquí solicitó a sus habitantes quedarse en sus casas", explicó.
Los Marines encargados de perseguir a los combatientes de la guerrilla, participaron el jueves en combates callejeros, registrando casa por casa, mientras que el resto de las tropas estadounidenses se sumergían en el corazón del Faluya, según el corresponsal de AFP en el lugar.
La ofensiva contra la ciudad rebelde fue lanzada el lunes por al menos 10 mil soldados estadounidenses que contaron con el respaldo de cerca de 2 mil tropas iraquíes.
Antes de la ofensiva, los estadounidenses estimaban que entre 2 mil y 3 mil insurgentes se encontraban en Faluya.
Sin embargo, los comandantes iraquíes y estadounidenses se sorprendieron del débil nivel de resistencia que encontraron. Esto podría significar que muchos rebeldes salieron de la ciudad dejando la defensa a los insurgentes locales.
Rebeldes escapan
El Pentágono no sabe con exactitud cuántos insurgentes habrían abandonado Faluya antes de la ofensiva. "Es difícil de determinar. No lo sabremos antes del fin de la operación", dijo un alto funcionario del Pentágono.
Los combatientes árabes dirigidos por el islamista Abou Moussab Al Zarqaoui pueden estar reagrupándose para crear otras 'Faluyas' mientras que la armada estadounidense saca a flote la ciudad rebelde iraquí, según los militares y los expertos en seguridad.
Algunas versiones de prensa indican que los rebeldes se estarían moviendo hacia otras ciudades para ofrecer nuevas resistencias.
Una de las ciudades citadas por los medios es Ramadi, ubicada al oeste de Bagdad. Mosul (1.7 millones de habitantes) también está en la lista de ciudades que estaría en la mira de los insurgentes.