Una fuerte explosión de gas ocurrida hoy en Praga convirtió el centro histórico de la ciudad en un escenario de inusual dramatismo, con decenas de personas heridas, escombros y cristales por todas partes y coches destruidos.
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En concreto, la explosión provocada por un escape de gas se saldó con 35 heridos, dos de ellos graves, según confirmó el alcalde de Praga, Bohuslav Sobotka.
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Riadas de gente, presas de la incertidumbre, recorrían a pie la ciudad después de que se suspendiera el transporte público tras el incidente.
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Mientras que los perros rastreadores se preparaban para buscar víctimas bajo los escombros. Pero no pudieron acceder al inmueble hasta unas horas después de la explosión, debido a la alta concentración de gas en el aire.
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La detonación fue de tal virulencia que desplazó cinco centímetros el muro maestro del edificio afectado, propiedad de la autoridad de control aéreo, y provocó que se hundieran dos pisos.
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Con la estructura seriamente dañada, las autoridades temían nuevas explosiones y derrumbes, ya que no se consiguió cerrar la llave principal de gas por estar sepultada bajo los escombros.
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Tras el estallido y antes de que la zona fuera acordonada por la policía, algunos testigos contaban sus vivencias a curiosos y periodistas que se acercaban al lugar de los hechos.
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lLos empleados de la limpieza del teatro "Linterna Mágica", situado a apenas cien metros del lugar del siniestro, sintieron el fuerte impacto, que rompió los cristales del edificio donde trabajaban.
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Miembros del personal administrativo de la Academia de Ciencias, que tiene su sede justo enfrente del inmueble siniestrado, describían cómo se les "vinieron encima los marcos de las ventanas" y sintieron el impacto de los cristales.
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La zona aledaña al Teatro Nacional y a la célebre Cafetería Slavia aparecía desierta y a ella sólo podían acceder las ambulancias, los bomberos y los coches de policía.
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Una mujer que salió ilesa del suceso contaba que vio cómo el piso de su oficina "se hundía bajo los pies".
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A pesar de que el tráfico en los alrededores del edificio fue parcialmente restablecido horas después, los bomberos tuvieron que volver a cortarlo temporalmente ante el temor a nuevos escapes de gas, aunque por precaución se habían cerrado las llaves de paso en una veintena de edificios cercanos
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