EU declara "proscrito" a clérigo chiíta
El combate más violento tuvo lugar el domingo en las calles de Sadr, el vecindario de Bagdad de mayor población chiíta.
Allí, milicianos chiítas leales al clérigo Muqtada al-Sadr atacaron a las tropas de Estados Unidos, matando a seis de sus soldados. Al menos 30 iraquíes fallecieron y más de 110 resultaron lesionados en el enfrentamiento, dijeron médicos.
Un juez iraquí, en tanto, emitió una orden de arresto para Al-Sadr por el asesinato de otro líder chiíta, dijo el portavoz de la coalición, Dan Senor. No aclaró, sin embargo, cuándo será detenido.
La violencia estalló el lunes por la mañana en otro vecindario chiíta de la capital, Al-Shoala, donde miembros de la milicia "Ejército Al-Mahdi" de Al-Sadr se enfrentaron con una patrulla estadounidense.
Los insurgentes también se enfrentaron con soldados británicos en dos ciudades del sur del país, matando a tres iraquíes, de acuerdo con testigos.
En otras poblaciones, los partidarios de Al-Sadr realizaron protestas, tomaron el control de las calles y de las comisarías.
Mientras tanto, las fuerzas de Estados Unidos acordonaron el lunes la ciudad de Faluya, al oeste de Bagdad.
Unos 1,200 infantes de la marina y dos batallones de las fuerzas de seguridad iraquíes fueron emplazados para lanzar un operativo cuyo fin es pacificar a la ciudad, uno de los sitios más violentos en el denominado Triángulo Sunita.
Los comandantes militares de la coalición prometieron una respuesta masiva después que grupos de insurgentes mataron a cuatro contratistas, en hechos que demostraron el profundo sentimiento en contra de los estadounidenses que existe en la ciudad.
Por otra parte, el lunes falleció un infante estadounidense en el área de Faluya, dijeron los militares, sin aportar otros detalles. Así se elevó a 613 la cantidad de soldados estadounidenses muertos desde que comenzó la guerra, hace un año.
La insurgencia contra las tropas de Estados Unidos ha estado encabezada por los sunitas musulmanes.
Pero los enfrentamientos del domingo en Bagdad y otras tres ciudades amenazaron con el comienzo de un nuevo frente peligroso: una confrontación entre la poderosa mayoría sunita, que hasta ahora no había atacado a los soldados de la coalición.
L. Paul Bremer, la máxima autoridad de la ocupación en Irak, declaró a Al-Sadr como un "proscrito" que amenaza la seguridad de Irak.
"Efectivamente, está tratando de imponer su autoridad en el lugar de una autoridad legítima. No vamos a tolerar esto", expresó Bremer en una reunión convocada para analizar la seguridad.
Un importante funcionario indicó que los militares buscaban capturarlo, pero esperaban la decisión de los líderes civiles.
Por otro lado, dos helicópteros estadounidenses Apache dispararon el lunes contra miembros de la milicia del dirigente radical Moqtada Sadr en Bagdad, mientras violentos combates oponían a milicianos chiítas y fuerzas estadounidenses en el oeste de la capital.
"Dos helicópteros Apache dispararon contra miembros del ejército del Mehdi (milicia de Moqtada Sadr)", afirmó Abbas Amid, 25 años, habitante del barrio Choula de Bagdad.
Los combates comenzaron cuando cinco camiones de soldados estadounidenses y miembros de las fuerzas iraquíes de defensa civil (ICDC, auxiliar del ejército) trataron de entrar al barrio, constató un periodista de la Agence France Presse.
"Fueron recibidos con disparos y los miembros del ICDC se pusieron de lado de los milicianos y comenzaron a disparar contra los soldados estadounidenses", afirmó un testigo.
Los soldados estadounidenses abandonaron sus vehículos y huyeron. Los habitantes prendieron fuego a los camiones, agregó.
Se escuchaban muchos disparos. Dos columnas de humo negro salían del barrio, protegido con barricadas de llantas quemadas y troncos de árboles que impiden el acceso. Jóvenes armados con matracas y armas livianas caminaban por las calles.
Una columna de 16 vehículos todo terreno estadounidenses Humvee entraron al barrio, protegido por dos tanques pesados, constató el periodista de la Agence France Presse.
Los tanques controlaban el lunes por la mañana por lo menos dos entradas del barrio chiíta, tras los violentos enfrentamientos.
Un responsable de la oficina del dirigente radical chiíta Moqtada Sadr en ese barrio pobre, Amer al-Husseini, dijo que "Moqtada Sadr llamó a la calma, pero que sus partidarios quieren combatir contra las tropas estadounidenses".
Trece tanques estadounidenses bloqueaban dos entradas a ese barrio, bastión de Moqtada Sadr, y los soldados revisaban todos los vehículos.
Bush ratifica entrega de poder a iraquíes
Por su parte, el presidente George W. Bush ratificó el lunes que el plazo para la entrega del poder en Irak es el 30 de junio, y que no lo alterará la violencia ni una insurrección chiíta contra la ocupación estadounidense.
"El plazo sigue firme", dijo Bush a la prensa.
Bush criticó al clérigo chiíta Muqtada al-Sadr, cuyos seguidores iniciaron disturbios en Bagdad y otras cuatro ciudades que dejaron provocaron la muerte de 52 iraquíes, un soldado salvadoreño y ocho estadounidenses.
Al-Sard "es una persona que ha resuelto ejercer la fuerza en lugar de permitir que florezca la democracia", dijo Bush. "No podemos permitirlo".
Un juez iraquí emitió una orden de arresto contra Al-Sadr por el asesinato de otro dirigente chiíta, dijeron funcionarios de la coalición.
Bush dijo que Estados Unidos no permitirá que se altere el plazo del 30 de junio para la transferencia de la autoridad en Irak.
"La intención es asegurar que se mantenga el plazo", aseguró.