Dos extraños, unidos por el tsunami...
El bebé hipopótamo, de apenas un año de edad, fue bautizado con el nombre de "Owen" tras haber sido rescatado de la catástrofe sísmica, que hasta ahora ha dejado un saldo de 160 mil muertos en 11 países del sur asiático y el este africano.
El gigantesco animal, de unos 300 kilos (661 libras), sufría de deshidratación después de haber sido separado de su manada en el Río Sabaki, que desemboca en el Océano Indico.
"Cuando soltamos a Owen en el área, se acercó a la tortuga que tiene un color gris oscuro similar al de los hipopótamos adultos", relató Sabine Baer, directora de rehabilitación y ecosistemas en el parque.
Baer dijo que el hipopótamo tenía muy pocas posibilidades de sobrevivir en otra manada, al predecir que el macho dominante lo hubiera matado.
Sin embargo, la relación de Owen con la tortuga Aldabran, cuyo nombre es Mzee -hombre viejo en Swahili- podría terminar en las próximas semanas debido a que el santuario planea ubicar a Owen con Cleo, una hipopótamo hembra solitaria.
Por el momento, la tortuga y el hipopótamo se han convertido en "amigos inseparables" y comparten el mismo hábitat en el centro de animales de Mombasa.
Las costas africanas, a unos 4,500 kilómetros del epicentro del terremoto 9.0 grados que sacudió a la isla indonesa de Sumatra el 26 de diciembre, fueron impactadas por olas gigantescas horas después del movimiento telúrico. Se calcula que causaron la muerte de al menos 310 personas en Africa.