Crece el peligro de epidemia por sismo
La Organización Mundial de la Salud dijo que si las necesidades básicas -especialmente el acceso al agua potable- no son restauradas antes de que finalice la semana, las enfermedades infecciosas podrían matar unas 150 mil personas, una cifra similar a las que perecieron a causa del sismo y el tsunami que barrieron el 26 de diciembre las costas del sudeste de Asia y el este de Africa.
Hasta ahora, por lo menos 159,445 personas fallecieron en 12 países del sur de Asia y del este de Africa por el sismo y los maremotos del 26 de diciembre, según cifras oficiales.
He aquí una lista de muertes por país:
Indonesia: 113,306
Sri Lanka: 30,615
India: 9,682
Tailandia: 5,291
Somalia: 298
Mianmar: 90
Maldivas: 82
Malasia: 68
Tanzania: 10
Bangladesh: Dos
Kenia: Una
Indonesia, con casi 100 mil muertos, fue el país más castigado de los 12 afectados por el sismo, incluyendo a Sri Lanka, India y Tailandia.
Los primeros pacientes que aparecieron en los hospitales y centros médicos de campaña en la provincia de Aceh tras el desastre presentaban en su mayor parte roces, cortes y fracturas. Ahora, los médicos indican que atienden problemas más serios.
La Cruz Roja Internacional teme que cuadros de malaria y cólera incrementarán el número de muertos, mientras que las agencias de ayuda internacional trabajan en lo que se ha convertido en el mayor esfuerzo humanitario en la historia.
Mientras tanto, un sismo secundario de magnitud 6.2 grados Richter sacudió el jueves por la mañana la capital provincial de Banda Aceh. Muchos residentes huyeron despavoridos por las calles por temor a que se desplomaran sus viviendas, pero no hubo informes de nuevos decesos.
El temblor del jueves y otro de magnitud 5.6 grados ocurrido el miércoles por la noche estremecieron USS Abraham Lincoln, el portaaviones estadounidense de 90 mil toneladas, que participa en las labores de ayuda y asistencia.
En Yakarta, líderes de diversos países se reunieron para estudiar la mejor forma de gastar 4 mil millones de dólares en ayuda y el establecimiento de un sistema de alarma en caso de tsunamis en el Océano Indico.
Kofi Annan, secretario general de la ONU, pidió el envío inmediato de más ayuda a las zonas afectadas.
"Han desaparecido comunidades enteras", indicó. "Millones en Asia, Africa, e incluso en países más lejanos, sufren traumas inimaginables y heridas sicológicas que demorarán mucho tiempo en curar. Las familias han sido desgarradas".
En Aceh, las infecciones comenzaron a aparecer en heridas superficiales, dijo el doctor de la OMS Ronald Waldman. Han sido detectados igualmente brotes de neumonía, debido al agua contaminada por el maremoto, agregó.
"Cinco millones de personas han sido afectadas por los tsunamis", dijo el director general de la OMS, el doctor Lee Jong-wook. "Calculamos ahora que unas 150 mil personas corren riesgos extremos, si se produce un brote brote infeccioso importante en las zonas afectadas".
El Papa manifiesta preocupación
El papa Juan Pablo II manifestó el jueves en el Vaticano su preocupación por las víctimas más pequeñas de los maremotos que azotaron las costas asiáticas, al igual que por los niños que son presa de traficantes o sufren por la guerra y el terrorismo.
El pontífice concentró su atención en el bienestar de los niños, mientras miles de feligreses llegaron a la Plaza de San Pedro para escucharlo durante la festividad de los Tres Reyes Magos.
Los niños italianos creen que una bruja con escoba les lleva regalos ese día, y las celebraciones están dedicadas a los más pequeños.
"Mientras renuevo mis plegarias por las víctimas más pequeñas de los tsunamis en Asia, no puedo olvidar a los niños que son víctimas de la hambruna y la enfermedad, la guerra y el terrorismo, al igual que a los que son secuestrados, que desaparecen o son explotados para ser objeto de un tráfico despreciable", expresó Juan Pablo II desde la ventana de su oficina, mirando hacia la plaza.
Preocupadas porque grupos dedicados al tráfico de menores puedan sacar provecho del caos generado por el desastre natural, las autoridades de Indonesia han implementado una serie de restricciones para los menores que salen del país, y han emplazado a guardias especiales en los campamentos de refugiados.
Organizaciones dedicadas al bienestar de los niños también han advertido que los huérfanos o que estén separados de sus padres tras la tragedia del 26 de diciembre pasado pueden terminar en manos de grupos que buscan explotarlos para trabajar o como esclavos sexuales.
La catástrofe ocurrió el día después de Navidad, el 26 de diciembre de 2004, cuando lo que comenzó como "tranquila mañana" en cuestión de minutos se convirtió en una escena casi apocalíptica, imaginable sólo en la pantalla gigante.
Ese domingo a las 6:58 a.m. locales (00:58GMT), un poderoso terremoto de 9.0 grados Richter, sacudió la costa occidental de la isla indonesa de Sumatra.
Acto seguido, el movimiento telúrico provocó una serie de olas gigantes de entre 6 y 10 metros (de 19 a 33 pies) de altura, que barrieron con todo lo que encontraron a su paso y sumergiendo a poblados enteros en 12 países del sur asiático y Africa.
El Servicio Geológico de Estados Unidos dijo que el sismo tuvo una magnitud de 9.0, el más intenso desde el registrado en Chile en 1960 de 9.5 grados y el que sacudió a Alaska en 1964 de 9.2 grados, es el cuarto más potente en un siglo.
El terremoto ocurrió a unos 10 kilómetros de profundidad bajo el lecho marino y desató una decena de potentes replicas, de entre seis y 7.3 grados Richter. Tuvo lugar en el llamado "cinturón de fuego" del Pacífico y azotó las costas occidentales de la isla de Sumatra, en Indonesia, a unos 1,620 kilómetros al noroeste de la capital Yakarta, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos.
El terremoto ocurrió en un sitio donde varias placas geológicas enormes se presionan entre sí. Los expertos precisaron que una sección de mil kilómetros a lo largo del borde de las placas se movió, lo cual desató el desplazamiento de un volumen enorme de agua.
Los tsunamis, oleajes generados por los sismos en el mar, ocurrieron unas dos horas y media después, sin advertencia alguna, en una clara mañana.
Una red internacional advierte contra la posibilidad de esos oleajes a las naciones de la cuenca del Pacífico en Norteamérica, Asia y Sudamérica, pero sistemas de ese tipo no existen ene el Indico.
Los expertos dicen que el saldo de muertos pudo haber sido reducido si la región hubiera contado con uno.
Irónicamente, el sismo ocurrió exactamente un año después de que un devastador terremoto de 6.8 grados Richter (el 26 de diciembre de 2003) destruyera la ciudad de Bam, en el sureste de Irán y dejara un saldo fatal de más de 31 mil muertos.
Efecto dominó causó los tsunamis
La reacción en cadena que lanzó enormes tsunamis contra las costas de Asia y Africa el domingo comenzó 9.6 kilómetros debajo del fondo marino frente a la punta de la isla indonesia de Sumatra.
Las placas tectónicas se deslizaron violentamente, creando un abultamiento en el fondo marino de hasta 10 metros de altura y centenares de kilómetros de longitud, dijo un científico.
"Es como mover un enorme remo en el fondo del mar", explicó David Booth, sismólogo en el instituto británico de geología. "Una enorme columna de agua se ha movido; estamos hablando de miles de millones de toneladas. Es una perturbación enorme".
Desplazándose a unos 800 kilómetros por hora, las olas tomaron más de dos horas para alcanzar Sri Lanka, donde la cifra de muertes ha sido de miles de personas, y algo más para llegar a la India y la costa oriental de Africa.
Y como esos tsunamis ocurren raramente en el Océano Indico, no existe en el área un sistema para advertir a las comunidades costeras que están a punto de ser azotadas, agregó Booth. Un sistema como ése, existente en el Pacífico, tomaría un año para ser establecido.