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Aumentan los combates en Irak

La revuelta armada en Irak aumentó en varios puntos del país, donde Estados Unidos intentaba recobrar el control. También, un helicóptero disparó contra una mezquita.
7 Abr 2004 – 12:00 AM EDT
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Cinco marines estadounidenses fueron alcanzados por disparos de rebeldes atrincherados en una mezquita en Faluya, que fue luego bombardeada, indicó a la Agence France Presse un portavoz del Comando Central (Centcom).

El portavoz militar dijo que no estaba en capacidad de precisar si hubo muertos entre ellos.

"Según las primeras informaciones obtenidas, cinco marines fueron alcanzados por disparos provenientes de la mezquita", explicó el capitán Bruce Frame, del cuartel general de Centcom en Tampa (Florida).

Los combates en Faluyá y en la vecina Al Ramadi, donde los comandantes confirmaron que 12 infantes de marina murieron el martes por la noche, fueron parte de un levantamiento simultáneo tanto de sunitas como de chiítas que se ha extendido desde Kirkuk en el norte hasta el extremo sur del país.

Se trata de los combates más encarnizados desde la caída de Bagdad, hace un año.

Un periodista de The Associated Press en Faluyá presenció el paso de vehículos con muertos y heridos de la mezquita Abdul-Aziz al-Samarrai.

Testigos indicaron que un helicóptero disparó tres misiles con dirección al complejo, destruyendo parte de un muro que rodeaba la mezquita pero sin dañar el edificio principal, cuando los fieles se congregaban para las oraciones matinales, dijeron testigos.

Hospitales temporarios fueron instalados en viviendas privadas para tratar a los heridos y preparar a los muertos para sus funerales.

Hasta el ataque a la mezquita, por lo menos 30 estadounidenses y más de 150 iraquíes habían muerto en combates en las ciudades de Ramadi y Faluyá, situadas dentro de la zona conocida como Triángulo Sunita.

Los soldados estadounidenses se enfrentaron con milicianos del clérigo chiíta Muqtada al-Sadr, cuyos llamados a la resistencia han tenido respuesta en varios puntos de Irak. Un helicóptero debió aterrizar al ser alcanzado por armas cortas en Baqouba, 45 kilómetros al norte de Bagdad.

Asimismo, decenas de iraquíes fueron heridos, mientras que en las mezquitas se instaba a librar la guerra santa contra los estadounidenses, y hasta algunas mujeres portaban armas en las calles de Faluyá.

Los infantes de marina estadounidenses han jurado que pacificarán los pueblos de Ramadi y de Faluyá que se han convertido en el foco de la resistencia contra la ocupación.

Los 12 infantes de marina murieron el martes en Al Ramadi, donde el mayor general James Mattis, comandante de la1ra División de Marines, dijo que sus fuerzas seguían combatiendo a los rebeldes, entre quienes había mercenarios sirios en un frente de unos 1,500 metros.

Dieciséis niños y mujeres murieron cuando la aviación estadounidense disparó a cuatro casas el martes por la noche, dijo Hatem Samir, funcionario de un hospital de Faluyá.

El ministerio de Defensa de Ucrania anunció que sus tropas evacuaron la ciudad de Kut, al sudeste de Bagdad, después de un enfrentamiento armado con el Ejército al-Mahdi del clérigo al-Sadr.

Unos 12 iraquíes murieron y 20 fueron heridos, dijeron en los hospitales. Un civil británico murió baleado por iraquíes.

En una significativa expansión de los combates, los iraquíes en una protesta solidaria con los residentes de Faluyá se enfrentaron con tropas estadounidenses en Hawiya, en el norte de Irak, cerca de Kirkuk. Ocho iraquíes murieron y 10 fueron heridos. Asimismo cuatro estadounidenses resultaron heridos, dijo la policía.

El brigadier general Mark Kimmitt dijo que "la coalición y las fuerzas de seguridad iraquíes continuarán sus operaciones ofensivas deliberadas, precisas y potentes contra el ejército de al-Mahdi en toda Irak".

Instó a la rendición de al-Sadr, a quien se acusa de estar involucrado en el asesinato de un clérigo rival chiíta hace casi un año.

Los combates se intensificaron esta semana cuando las tropas rodearon Faluyá con el objeto de capturar a los matadores de cuatro estadounidenses que fueron asesinados, quemados y mutilados, y sus restos fueron colgados en un puente sobre el río Eufrates.

Sin embargo el martes, miembros de la resistencia abrieron un nuevo frente en Ramadi, al atacar a una patrulla de marines, desde un cementerio. Dos iraquíes murieron.

Se notaban señales de creciente simpatía entre los miembros de la resistencia sunita y el movimiento chiíta de al-Sadr. En Al Ramadi, habitada mayormente por sunitas, se veían retratos de al-Sadr en edificio gubernamentales, escuelas y mezquitas, junto con inscripciones en las paredes que lo elogiaban por sus "obra de heroísmo" y "valiente levantamiento contra la ocupación".

La mayoría chiíta de Irak ha evitado expresiones de violencia contra Estados Unidos, rechazando el virulento discurso de al-Sadr al igual que a la resistencia de los sunitas en la zona central de Irak. Funcionarios estadounidenses han expresado preocupación de que al-Sadr podría comenzar a cooperar con los guerrilleros sunitas.

Al intensificarse los combates antes de la transferencia del gobierno a los iraquíes el 30 de junio, el secretario de Defensa, Donald H. Rumsfeld, dijo que los comandantes estadounidenses en Irak podrían recibir refuerzos si fuese necesario. Pero nadie los ha solicitado, indicó.

Las autoridades estadounidenses lanzaron una ofensiva contra al-Sadr y sus seguidores después de un fin de semana de desórdenes en Bagdad y ciudades y pueblos del sur iraquí, donde murieron numerosos estadounidenses e iraquíes.

Los seguidores de al-Sadr, que atrae chiítas jóvenes y empobrecidos por sus sermones beligerantes, entre ellos milicianos vestidos en túnicas negras atacaron a las fuerzas de ocupación el domingo, lunes y martes.

Al confirmar la muerte de 12 infantes de marina, el balance de bajas estadounidenses asciende a por lo menos 626 muertos.

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