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Ataque suicida deja 120 muertos en Irak

Un atacante suicida detonó un auto con explosivos ante una multitud frente a una clínica al sur de Bagdad, matando al menos a 120 personas.
28 Feb 2005 – 12:00 AM EST
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El ataque fue el más mortífero del último año y uno de los peores desde la invasión de Estados Unidos a Irak, en marzo de 2003.

"Nuestro balance definitivo después de la evacuación de las últimas víctimas es de 116 muertos y 133 heridos", había declarado antes el doctor Mohamed Dia, del hospital de Hilla, a 100 km al sur de Bagdad, quien poco después anunció otros cuatro fallecidos.

Decenas de cadáveres pudieron ser vistos en el suelo luego de la explosión. Cerca de una docena de ambulancias llegaron al lugar, llevándose a los heridos a los hospitales locales. Numerosas piernas, manos y restos humanos en general quedaron esparcidos en la calle, cerca del sitio de la explosión.

La detonación dañó los negocios cercanos y los vehículos estacionados en la zona, causando la huida de la gente, presa del pánico.

Mientras, varias vehículos circulaban por las calles de Hilla para llamar a los habitantes a través de altavoces a que se dirijan a los hospitales para donar sangre.

"De los cerca de 200 heridos, quedan en los hospitales 128, varios de ellos graves", dijo Fardus Al Ibadi, portavoz de la Media Luna Roja en Irak.

El atentado, que fue obra de un kamikaze según un bombero que participó en las tareas de socorro, tuvo lugar sobre las 9:30 a.m. horas locales (06:30 GMT) frente a un centro médico en Hilla, ubicada en el llamado "triángulo de la muerte".

"Hemos encontrado las manos del kamikaze atadas al volante de su coche bomba y un Corán quemado en los restos del vehículo", declaró a la Ammar al Ani, un bombero que acudió a la escena del ataque.

De acuerdo con fuentes policiales y testigos, las víctimas son en su mayoría civiles que hacían cola frente a dicho centro para hacerse un chequeo médico necesario para quienes buscan trabajo en una institución gubernamental iraquí.

Según la policía, el elevado balance se debe al gran número de personas que se encontraban en el momento de la explosión, en el lugar del atentado, un barrio muy animado de Hilla mayoritariamente chiíta.

Walid Janabi, gobernador de la provincia de Babilonia, cuya capital es Hilla, lamentó el atentado calificándolo de "acto cobarde contra ciudadanos que eligieron vivir honradamente y no caer en la tentación del terrorismo y el crimen".

El director de la policía científica, Thamer Sultán, señaló que el automóvil utilizado en el ataque estaba cargado con varias decenas de kilos de TNT y numerosos obuses de mortero para "causar la máxima cantidad de víctimas".

La policía de la provincia de Babil dijo en un comunicado que "varias personas" habían sido detenidas en vinculación con el atentado. No ofreció otros detalles.

En otro ataque, en Musayib, a 30 kilómetros al norte de Hilla, otro vehículo bomba estalló en un retén policial y dejó al menos un policía muerto y varios heridos, dijo la policía.

El segundo ataque más mortífero ocurrió el 29 de agosto del 2003, cuando un automóvil cargado de explosivos estalló frente a una mezquita en Nayaf. En esa ocasión murieron 85 personas, entre ellas el líder chiíta ayatola Mohamed Baquir al-Hakim.

La explosión del lunes frente a la clínica fue tan poderosa que prácticamente hizo evaporar el vehículo usado por el atacante suicida. Sólo podía observarse su motor, parcialmente intacto.

Furiosas multitudes se congregaron a las puertas de la clínica gritando "Dios es grande", y exigiendo conocer la suerte corrida por sus familiares.

En el triángulo sunita situado al norte y al oeste de Bagdad, cinco iraquíes, entre ellos tres soldados y un traductor, murieron en una serie de ataques mientras un soldado estadounidense perdía la vida el domingo en Bagdad.

En Bagdad, el ejército de Estados Unidos dijo que investiga la muerte de un soldado que fue baleado el domingo mientras atendía un puesto de control de tráfico en la capital iraquí. Casi 1,500 soldados estadounidenses han muerto desde el inicio de la guerra, en marzo del 2003.

El ejército de Estados Unidos anunció que 211 presuntos rebeldes fueron detenidos en la provincia sunita rebelde de Al Anbar, al oeste de Bagdad, desde el inicio de la operación River Blitz el 20 de febrero.

Uno de los hermanastros del depuesto dictador Saddam Hussein, sospechoso de financiar a la rebelión, fue capturado "hace tres días" en la frontera con Siria, según responsables iraquíes, que no explicaron las circunstancias ni se manifestaron sobre la supuesta participación de Siria.

"Sabaui Ibrahim al Hasán fue capturado en la frontera siria hace tres días", declaró el jefe del servicio de inteligencia del ministerio del Interior, Hussein Alí Kamel, según el cual el que fuera jefe todopoderoso del espionaje iraquí "efectuaba frecuentes desplazamientos entre Irak y Siria".

En cuanto a la implicación de Siria en su captura, respondió: "nos importa poco si los sirios lo presionaron o no, lo importante es que haya sido capturado".

El consejero para la Seguridad Nacional, Muaffak al Rubai, no confirmó ni desmintió la participación de Siria: "Hay muchos criminales que cometen atentados terroristas en Irak y siguen en libertad en Siria", dijo.

Hasán ocupa el puesto 36 en la lista de las 55 personalidades del antiguo régimen iraquí más buscadas por Estados Unidos.

En el ámbito político, el jefe de la principal formación sunita del país, el Partido Islámico, Mohsen Abdel Hamid, anunció su apoyo a la candidatura del kurdo Jalal Talabani a la presidencia.

La alianza kurda, que obtuvo 75 de los 275 escaños del Parlamento en las elecciones del 30 de enero, seguía negociando con la chiíta Alianza Unificada Iraquí, que cuenta con 140 escaños, para formar el nuevo Gobierno.

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