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Asesinan al gobernador de Mosul en Irak

El gobernador de la ciudad iraquí de Mosul, Osama Yusuf Kashmula, y dos de sus escoltas fueron asesinados por desconocidos en una localidad al norte de Bagdad.
14 Jul 2004 – 12:00 AM EDT
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La emboscada fue tendida 110 km al sur de Mosul, en la región de Tlul al-Baj, en momentos en que el gobernador se trasladaba hacia Bagdad en un vehículo, informó la misma fuente.

"Los cuatro asaltantes a bordo de un vehículo abrieron fuego con armas automáticas contra el convoy del gobernador, matándolo a él y a dos de sus guardaespaldas. Los otros guardas respondieron y mataron a los cuatro agresores", declaró Jalaoui.

"El cuerpo del gobernador y los de sus dos acompañantes fueron transportados al hospital de la ciudad de Baiji", a unos 300 km al norte de Bagdad, agregó.

Kachmula, de 50 años, ex profesor en el instituto de Agronomía de la Universidad de Mosul, fue escogido por una asamblea de notables hace cuatro meses para ocupar el cargo de gobernador en lugar del general Ghanem Hussein, quien fue destituido por los estadounidenses.

Tras el anuncio del asesinato, la gobernación decretó un toque de queda en la ciudad entre las 9:30 p.m. y las 3 a.m. locales. También se declaró el estado de alerta y las patrullas de policía fueron reforzadas.

Varios altos funcionarios han sido asesinados en Irak desde la formación del gobierno interino del primer ministro Itad Allawi. El último fue el director general del ministerio de Industria, Sabir Karim, muerto el martes en Bagdad por desconocidos.

Los miembros del Gobierno iraquí, al igual que la policía y el Ejército, son blanco continuo de los ataques de los grupos insurgentes en Irak, que los acusan de colaboracionismo con las fuerzas extranjeras destacadas en el país.

No pasa un día sin que se produzca algún atentado contra responsables del gobierno. El martes fue asesinado el auditor jefe del Ministerio de Industria, Sabir Karim, y el lunes el presidente del Comité Olímpico Iraquí, Ahmed al Samarrai, salió ileso de otro atentado, sucesos ambos que han sido conocidos solamente hoy.

Por otro lado, las fuerzas de seguridad de Kirkuk, al norte de Bagdad, detuvieron a cinco hombres con los que se habían enfrentado a balazos, informó la cadena de televisión árabe Al Jazeera, que precisó que dos de los atacantes y un policía resultaron heridos.

La emisora, que citó a fuentes policiales, indicó que a los arrestados se les incautó fusiles automáticos en el coche en que se movilizaban.

Por otro lado, tres rehenes de Bulgaria, Filipinas y Egipto, secuestrados en Irak, podrían morir en las próximas horas si sus captores, de varios grupos islamistas y con distintas exigencias, cumplen con sus amenazas de matarlos.

La próxima noche expira el plazo dado por los secuestradores que prometen decapitar a un camionero búlgaro si el Gobierno de Estados Unidos no libera a todos los presos que mantiene en el país.

El grupo Monoteísmo y Guerra Santa aseguró la pasada madrugada en un vídeo enviado a la cadena qatarí Al Jazeera -que no emitió por considerarlo "horrible"- que había acabado con la vida de otro ciudadano búlgaro que había sido secuestrado junto al anterior, por no haber recibido una respuesta afirmativa a sus pretensiones.

Según fuentes militares norteamericanas, ese grupo está relacionado con el terrorista jordano Abu Musab al Zarqaui, al que se considera responsable de los atentados más importantes en Irak y que algunos vinculan con la red Al Qaeda.

Los dos camioneros búlgaros fueron secuestrados el pasado 29 de junio cuando se dirigían hacia Mosul, al norte del país, procedentes de Turquía.

Sin embargo, Bulgaria declaró el miércoles que mantendrá su presencia en Irak pese a las amenazas.

"Entendemos que Bulgaria debe continuar contribuyendo a la reconstrucción, la estabilización y al desarrollo democrático de Irak, de acuerdo a los compromisos que se desprenden de las resoluciones de la ONU", dijeron en Sofía el primer ministro búlgaro, Simeón de Sajonia, y el presiente del país, Georgui Parvanov.

Bulgaria mantiene un batallón de 480 soldados de infantería desplegado en los alrededores de la ciudad santa chií de Kerbala, unos 110 kilómetros al sur de Bagdad.

La misma incertidumbre se cierne sobre Angelo de la Cruz, un rehén filipino secuestrado hace dos semanas. Sus captores dijeron anoche que le otorgarían "estatuto de prisionero de guerra" si el Gobierno de Manila actuaba de buena fe y daba pasos hacia la retiraba sus tropas de Irak.

Sólo si concluyen su salida antes del 20 de julio, un mes antes de lo previsto, se comprometen a dejarle en libertad.

Así, el gobierno de la presidenta filipina Gloria Malacapagal Arroyo anunció hoy que estaba "coordinando la retirada" de sus soldados y policías en Irak y que reducía su número de 51 a 43 hombres, pero no aclaró si la salida estará completada antes de la fecha exigida por los secuestradores.

El comunicado de Manila no es muy concreto y sigue la estrategia de los días pasados cuando una serie de declaraciones ambiguas por parte de altos funcionarios filipinos, intentaban ganar tiempo para negociar con los secuestradores y, a la vez, no dar la sensación de ceder a sus exigencias.

Además, otro grupo de insurgentes, que mantiene como rehén a un ciudadano egipcio, exigió hoy de nuevo que la compañía saudí para la que trabaja este conductor abandone sus negocios en Irak antes de 72 horas.

Lejos de motivaciones políticas, los secuestradores han pedido un millón de dólares para liberar al rehén. La empresa ofreció 15 mil dólares como contrapartida y se mostró dispuesta a negociar.

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