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Annan dice que guerra en Irak fue ilegal

Crece la polémica tras declaraciones del Secretario General de la ONU quien dijo que la guerra en Irak, sin la aprobación del Consejo de Seguridad, fue "ilegal".
16 Sep 2004 – 12:00 AM EDT
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"Espero que no veamos otra operación tipo Irak en mucho tiempo, sin aprobación de la ONU y sin apoyo amplio de la comunidad internacional", dijo Annan el miércoles por la noche en una entrevista con el servicio mundial de la BBC.

La carta de la ONU permite a las naciones iniciar acciones militares con aprobación del Consejo de Seguridad para obligar a otra nación a aplicar las resoluciones del organismo mundial, como sucedió en la guerra de Corea y en la Guerra del Golfo Pérsico de 1991.

Pero en 2003, al prepararse para invadir Irak, Estados Unidos desistió de su intento de conseguir que el Consejo de Seguridad aprobara la invasión mediante una resolución cuando se hizo patente que no lo lograría.

En esa ocasión, Annan había destacado la falta de legitimidad de una guerra sin aprobación de la ONU, señalando que "si Estados Unidos y otros, por fuera del Consejo de Seguridad, tomaran medidas unilaterales, eso no sería conforme la Carta" (del organismo internacional).

El miércoles, después de ser preguntado tres veces si la falta de aprobación por el consejo no significaba que la guerra era ilegal, Annan dijo a la BBC: "Desde el punto de vista nuestro y de la Carta (de la ONU) fue ilegal".

También dijo que la ola de violencia que envuelve Irak pone en duda la realización de las elecciones nacionales previstas para enero.

No puede haber "elecciones creíbles si las condiciones de seguridad siguen como ahora", dijo a la BBC.

La respuesta de Bush

La respuesta del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, no se hizo esperar.

Durante una gira por el estado de Minnesota, el mandatario dijo el mediodía del jueves que la ONU "tuvo acceso a la misma información de inteligencia que yo, concluyó en que Saddam Hussein era una amenaza y votó 15-0 en el Consejo de Seguridad en favor de que Saddam Hussein diera a conocer (las armas que poseía), se desarmara o enfrentara serias consecuencias".

Bush no mencionó su fracaso en lograr apoyo del Consejo de Seguridad para aprobar una segunda resolución que autorizara explícitamente el uso de la fuerza para despojar a Hussein de armas de destrucción masiva, que por otra parte nunca fueron encontradas.

El presidente estadounidense participará en la Asamblea General de la ONU el lunes próximo, dos años después de haber afirmado ante el organismo internacional que se convertiría en un "ámbito de debate", si no apoyaba la guerra.

Poco antes de la respuesta de Bush, la ministra británica de Comercio e Industria, Patricia Hewitt, estimó que la guerra de Irak fue "legal" y "necesaria".

"Nosotros explicamos en esa época los motivos que nos hacían creer que el conflicto en Irak era en realidad legal y por qué creíamos que era necesario para hacer respetar esas resoluciones de las Naciones Unidas", declaró Hewitt a la radio BBC.

Hewitt indicó que respetaba la opinión de Kofi Annan sobre esta cuestión, pero destacó que el gobierno británico no estaba de acuerdo con él y lo lamentaba.

No obstante, reconoció que los especialistas en derecho internacional no estaban de acuerdo al respecto.

Por otra parte, un portavoz del Foreign Office (cancillería británica) sostuvo que "el attorney general (el consejero jurídico del gobierno) explicó claramente que la posición del gobierno en favor del uso de la fuerza en esa época se apoyaba en una base legal".

Durante la entrevista con la BBC, Anan también dijo que "soy uno de los que creen que hubiera debido haber una segunda resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para autorizar la invasión de Estados Unidos que derrocó al régimen de Saddam Hussein".

Aliados: "Fue necesaria"

Desde Tokio hasta Londres, pasando por Varsovia y Sydney, los aliados del presidente Bush defendieron la intervención militar en Irak de marzo de 2003.

En Australia, el primer ministro, John Howard, uno de los más fieles aliados de la Casa Blanca, rechazó las declaraciones de Annan y calificó a la ONU de organismo "paralizado".

Según Howard, la intervención en Irak fue "totalmente legal en términos de derecho internacional".

Australia tiene 850 soldados destacados en Irak y su presencia en aquel país es uno de las principales puntos de la campaña de las legislativas del 9 de octubre, ya que el líder de la oposición laborista, Mark Latham, se comprometió a retirar las tropas en caso de victoria.

Organismo "incapaz"

Howard también puso en entredicho el funcionamiento de la ONU, afirmando que el organismo era estructuralmente incapaz de reaccionar en caso de una gran crisis, como por ejemplo la que existe actualmente en la región de Darfur, Sudán.

"Lo vemos en este momento de forma trágica en Sudán. La ONU está paralizada, no hace nada porque no puede conseguir un acuerdo entre las grandes potencias. Y mientras tanto, la gente sigue muriendo en Sudán", aseguró.

Idéntica reacción llegó desde Tokio, donde el gobierno japonés consideró que las declaraciones de Annan "no eran claras".

"Queremos saber qué quiso decir", aseguró el portavoz del gobierno, preguntándole a Annan cuál era su actitud ante las resoluciones de la ONU.

Japón envió a Irak 550 soldados a la región de Samawa, el sureste chiíta iraquí, para participar en una misión de asistencia humanitaria y de reconstrucción. Es la primera vez que Tokio envía un dispositivo militar a un escenario bélico desde la Segunda Guerra Mundial.

Polonia se enfada

Por su parte, el ministerio polaco de Relaciones Exteriores aseguró en un comunicado que la guerra en Irak tuvo "bases legales".

Al enviar tropas a Irak, las autoridades polacas "actuaron según lo estipulado en la Constitución y de acuerdo con la resolución 1441 del Consejo de seguridad de la ONU del 8 de noviembre del 2002".

Además, según Varsovia, el "uso de la fuerza contra Irak estaba también justificado por dos resoluciones anteriores" del Consejo de seguridad, que datan de 1990 y 1991.

Polonia, aliado de Washington desde el inicio de la ofensiva, dirige una división multinacional en la región centro-sur de Irak. En total, están bajo su mando 6 mil soldados de diferentes países, 2.500 de ellos polacos.

Sondeos recientes apuntan que un 70 por ciento de la población se opone a esta presencia en el país, donde ya perdieron la vida hasta el momento 17 ciudadanos, 13 militares y cuatro civiles.

Por último, Bulgaria, que presidía el Consejo de Seguridad de la ONU en 2003 y tiene actualmente 470 soldados en suelo iraquí, justificó su apoyo a la guerra contra Bagdad en las resoluciones 687 y 1441.

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