Al Qaeda ejecutó a rehén sudcoreano
Un portavoz de la cancillería sudcoreana confirmó en Seúl que se había encontrado el cuerpo sin vida de Kim Sun-Il, un intérprete de 33 años, que trabajaba para una empresa sudcoreana que suministra equipo militar al Ejército estadounidense.
Tres hombres que aseguraron pertenecer al grupo islamista armado Tawhid Wal Yihad (Unificación y Guerra Santa) habían amenazado con decapitar al rehén sudcoreano en 24 horas en un vídeo difundido el domingo por la televisión qatarí Al-Jazeera, si Seúl no renunciaba a su proyecto de desplegar 3 mil hombres más en Irak a partir de agosto.
El ultimátum había expirado el lunes a las 16:00 GMT.
Los secuestradores, que se identificaron como integrantes de un grupo liderado por el presunto terrorista jordano Abu Musab al-Zarqawi, dieron un plazo de 24 horas al gobierno de Corea del Sur para que cumpla con su demanda "o les enviaremos la cabeza de este coreano".
Las autoridades sudcoreanas habían anunciado que no cederían al chantaje de los secuestradores, pero han pedido a los 60 ciudadanos civiles de este país que abandonen Irak.
Mientras en Seúl, el Consejo Nacional de Seguridad sudcoreano se reunió de urgencia este miércoles (hora local) tras la decapitación del rehén sudcoreano en Irak, señalaron responsables gubernamentales.
"El gobierno convocó al Consejo Nacional de Seguridad para discutir los pasos a seguir a las 2 a.m. (17:00 GMT del martes)", señaló el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores Shin Bong-Kil.
El Consejo está compuesto por los principales ministros, que deciden las cuestiones de seguridad. Shin añadió que el presidente Roh Moo-Hyun había sido informado del asesinato del rehén Kim Sun-Il.
En Seúl, cientos de manifestantes participaron el lunes en la noche de una vigilia con velas para demandar la liberación de su compatriota Kim Sun-Il y una revocación del envío de fuerzas.
Algunos levantaban carteles que decían: "Enviar los soldados mata, mata, mata".
El grupo que secuestró a Kim tenía a unos 10 extranjeros, de acuerdo con la agencia de noticias surcoreana Yonhap, que citó al empleador de Kim.
Además del coreano, que oficialmente era el último rehén extranjero en manos de grupos radicales locales, estos son los otros secuestrados o desaparecidos en Irak:
El soldado estadounidense Keith Maupin, de 20 años, dado por desaparecido desde un ataque contra su convoy el 9 de abril en el oeste de Bagdad permanece secuestrado.Otro militar, el sargento Elmer Krause, de 40 años, está desaparecido desde ese mismo ataque.
Dos empleados de la empresa Halliburton, que lleva a cabo numerosos proyectos petroleros, Timothy Bell y William Bradley, desaparecieron en ese mismo ataque.
El 6 de mayo, la televisión árabe Al Arabiya divulgó imágenes de un hombre con los ojos vendados que al parecer está secuestrado por un grupo iraquí: "Las brigadas de la ira islámica".Una mujer que afirmó ser su madre declaró al día siguiente en esa misma cadena que Eban Mahmud Elias, un iraquí de nacionalidad estadounidense, trabajaba en Irak como ingeniero civil.
Un canadiense de origen iraquí, Rifaat Mohammad Rifaat, de 41 años, empleado de una compañía saudita encargada de las obras de remodelación del centro de detención de Abu Ghraib (oeste de Bagdad), fue secuestrado a principios de abril.
Varios hombres vestidos con uniformes de policía secuestraron el 11 de abril a un empresario jordano, Wael Mamdu, en Basora, en el sur de Irak.
Al-Jazeera divulgó el 5 de junio imágenes de un hombre con acento kuwaití que dice llamarse Saidan Saadun.El hombre afirmó que transportaba desde Kuwait provisiones para las fuerzas estadounidenses en Irak. En el vídeo, un grupo armado declaró que lo había secuestrado y amenazó con arremeter contra "todos aquellos que colaboren con Estados Unidos".
La compañía de construcción Kaytes indicó que dos de sus empleados turcos fueron secuestrados el 10 de junio cerca de la ciudad rebelde de Falluya, al oeste de Bagdad. Los dos empleados se ocupaban del mantenimiento de aparatos de climatización.
Por otra parte, los guardacostas iraquíes se reunieron el martes con una delegación iraní en la ciudad fronteriza de Chalemcheh, para tratar de encontrar una salida a la crisis entre Londres y Teherán por la detención de ocho soldados y la confiscación de sus barcos, el lunes, en aguas territoriales iraníes del río Chatt al Arab, la frontera natural entre Irak e Irán, anunció el general Ali Hammadi, responsable de los primeros.
El Ejército británico, que controla el sur de Irak, solicitó al estado mayor iraquí su mediación con las autoridades iraníes para obtener la liberación de los militares detenidos.
A mitad de la tarde, no se había decidido nada sobre su suerte, reconoció el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Kamal Jarazi.
En tono conciliador, el ministro iraní de la Defensa, almirante Ali Chamkhani, agregó que el problema podía ser "resuelto" y que no había que adoptar una actitud "hostil" con los británicos.
En Londres, un portavoz del primer ministro Tony Blair indicó que Gran Bretaña "espera una resolución rápida del asunto".
De lado británico no se esconde la "sorpresa" que ha causado esta detención dadas las relaciones "cordiales" entre las fuerzas que vigilan los dos lados del río.
La televisión estatal iraní en árabe Al-Alam difundió este martes en la tarde las excusas dichas por los dos jefes del comando británico arrestado la víspera en Chatt al-Arab por haber cometido "el enorme error" de entrar por Irak en aguas territoriales de Irán.
"Me llamo Thomas Hawkins, de la Armada Real británica, matrícula D04428", dijo el primer oficial, que parecía recitar un texto preparado de antemano.
"Fui arrestado ayer (lunes) por los Guardianes de la Revolución cuando entramos una milla al interior de las aguas territoriales iraníes de Arvand-Rud (nombre iraní de Chatt al-Arab)", añadió el militar en uniforme.
"Nuestro equipo de tres barcos y ocho hombres entró por error en las aguas territoriales iraníes y presentamos nuestras excusas por este enorme error", agregó el militar británico.
En el terreno, un atentado suicida con coche bomba dejó dos muertos en la tarde en Bagdad: un policía destinado a la protección de un ministro y una niña de tres años.
En Mosul, en el norte de Irak, la decana de la Facultad de Derecho de la Universidad de la ciudad y su marido fueron asesinados en su casa.
En la ciudad rebelde de Faluyá, que el sábado fue blanco de un ataque estadounidense, hubo una explosión cerca del lugar del ataque, según testigos, que lo atribuyeron de nuevo a otra intervención de la Coalición, aunque el Ejército estadounidense dijo ignorarlo.
La seguridad fue mencionada por el primer ministro iraquí, Iyad Allawi, que aseguró que las "fuerzas multinacionales van a jugar un papel significativo" después del traspaso de poder el 30 de junio en tanto que "socios" del nuevo gobierno.
Polonia contempla prolongar hasta el 31 de diciembre del 2004 el mandato de sus tropas en Irak, anunció el martes el ministro polaco de la Defensa, Jerzy Szmajdzinski.
En Eslovaquia, el nuevo presidente Ivan Gasparovic aseguró que su país no debe retirar sus soldados de Irak "de un día para otro"
Mientras, en los países miembros de la Coalición, las opiniones públicas se muestran cada vez más escépticas sobre la intervención en Irak.
Por primera vez, más de la mitad (52 por ciento) de los estadounidenses piensa que la guerra en Irak no valía la pena, según un sondeo realizado por la cadena de televisión ABC y el diario The Washington Post.
En Japón, según un sondeo publicado por el diario de izquierda Asahi Shimbun, el apoyo al gobierno de Junichiro Koizumi perdió 14 puntos, a 40 por ciento desde el mes pasado mientras que las opiniones favorables ganan también 12 puntos al 42 por ciento, en parte gracias al problema iraquí.
En lo que respecta a la energía, Irak anunció que sus exportaciones de crudo alcanzaron entre 800 mil y 900 mil barriles por día, al día siguiente de la reparación de uno de los dos oleoductos del sur saboteados la semana pasada.