Abu Ghraib: Juez pide acelerar pesquisa
El juez coronel James Pohl fijó como plazo el 10 de septiembre para que el gobierno complete tres informes investigativos que pueden ser utilizados como evidencia en los procesos judiciales de soldados acusados de cometer abusos en la prisión iraquí.
En la audiencia realizada en la base militar estadounidense en Alemania, Pohl manifestó su malestar después de enterarse que un solo investigador criminal del Ejército estaba revisando miles de registros contenidos en un servidor de computadoras secreto de Abu Ghraib.
"El gobierno debe resolver qué quiere hacer con la acusación de este caso", expresó el magistrado.
Dirigiéndose al fiscal militar, Pohl dijo que deseaba tener el informe sobre la investigación del servidor para el 1 de diciembre.
Pero agregó que "revisará seriamente" una moción de la defensa en el caso contra el soldado Charles Graner descartada en la próxima audiencia de octubre en Bagdad si no existen señales de avances para entonces.
El juez sugirió que el caso podría ser archivado provisoriamente, aunque se reabriría una vez que el informe esté disponible.
Graner, identificado como el dirigente del grupo que abusó de prisioneros iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib, fue presentado el lunes ante un juez militar para una audiencia previa a su juicio.
Graner se cuenta entre los cuatro soldados que enfrentan audiencias esta semana en una bien vigilada base norteamericana en Mannheim.
Graner, quien es acusado también de adulterio y obstrucción de la justicia, es un ex guardia de la prisión de Pennsylvania con antecedentes por violencia familiar y puede ser condenado a más de 24 años de prisión si es encontrado culpable.
El cargo de adulterio se debe a la relación que mantuvo con la soldado Lynndie England, quien quedó embarazada de este vínculo y está acusada tambien por abusos de prisioneros iraquíes. El interrogatorio de England tuvo lugar recientemente en Fort Bragg, Carolina del Norte, Estados Unidos.
El caso de la militar Megan Ambuhl iba a ser revisado en el curso del día, mientras que el del sargento Ivan Frederick y el del soldado Javal Davis estaban programados para el martes.
Mientras la audiencia se iniciaba, la corte militar aceptó una solicitud de los abogados de Graner para suprimir ciertas evidencias, incluyendo el decomiso de una computadora. Graner estaba sentado en la sala, sin mostrar emoción alguna al inicio del proceso.
Los abogados lograron previamente que un juez determinara el realizar la sesión de dos días de duración fuera de Bagdad, donde se inició el proceso para llevar a los detenidos a juicio, y realizarlo en esta ciudad alemana.
Las audiencias le permitirán a los abogados el presentar cuestionamientos o evidencias, así como realizar otras acciones en beneficio de los defendidos.
El escándalo de los abusos en la cárcel iraquí ganó la luz pública cuando fueron publicadas por la prensa estadounidense en abril pasado fotografías que mostraban a los soldados vejando a los prisioneros iraquíes.
El juez Pohl, del tribunal militar de Mannheim, decidirá dónde sesionará la corte marcial que juzgará a los soldados, si en Estados Unidos, Alemania o Irak.
Los soldados son acusados de diversos delitos, entre ellos, los de maltrato de prisioneros, negligencia para proteger a los detenidos contra abusos, y actos indecentes.
Mientras en Afganistán, el juicio a tres estadounidenses acusados de torturar a prisioneros afganos en una cárcel privada alcanzó el lunes un punto álgido, cuando un abogado defensor mostró vídeos de un importante ministro dando su total confianza a los guardias de seguridad.
Los vídeos, y otro que muestra a soldados de paz de la OTAN participando en otro allanamiento, son parte de los esfuerzos de la defensa para demostrar que el operativo antiterrorista contaba con el apoyo del Pentágono estadounidense y de funcionarios afganos.
Jonathan Idema, Brent Bennett y Edward Caraballo enfrentan sentencias de hasta 20 años en prisión si son declarados culpables de las acusaciones de secuestro y tortura.
Cuatro presuntos cómplices afganos también están siendo enjuiciados.
Idema usó anteojos oscuros durante la audiencia del lunes. El estadounidense está encargado de su propia defensa y por momentos gritaba objeciones fundamentándose en su interpretación de la constitución y del código penal de Afganistán.
El juez Abdul Baset Bajtyari había planeado emitir un veredicto el lunes, pero aplazó el juicio una semana para que Bennet tenga más tiempo y pueda conseguir un abogado.
Michael Skibbie, abogado de Caraballo, exhibió un vídeo del ex ministro de educación Yunus Qanooni felicitando a Idema y ofreciéndole su ayuda para arrestar a terroristas.
Otro vídeo mostró a una redada en la que participaron un equipo de Idema y un hombre identificado como jefe de seguridad de Qanooni.
"Estamos listos para cualquier tipo de cooperación. Tenemos un pequeño equipo de seguridad", manifestó Qanooni en la grabación.
El vídeo fue grabado en algún momento entre la última llegada de Idema a Afganistán, en abril, y su arresto del 5 de julio.
El gobierno afgano y el ejército estadounidense insisten en que los hombres operaban sin su conocimiento y de manera ilegal.