Llamaron a solucionar crisis alimentaria
América Latina, con un fuerte crecimiento económico pero con los mayores índices de desigualdad en el mundo, recibió a una Europa ampliada a 27 países, cuyas preocupaciones corrían por el lado del calentamiento global y la crisis alimentaria.Los jefes de Estado llegaron a un consenso en temas sobre los cuales había divergencias, particularmente en una América Latina con amplias diferencias políticas entre sus gobiernos, que van desde la izquierda radical, encabezada por Hugo Chávez, a la derecha.Un compromiso consignado en la declaración final de Lima fue sobre compatibilizar el necesario progreso de los países en vías de desarrollo con la protección ambiental.Cambio climáticoLa preocupación expresada por Europa por el cambio climático motivó una reflexión del presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, para quien el debate entre ecología y progreso está mal enfocado o se hace con verdades a medias.Esto especialmente en el tema de los biocombustibles -de los que Brasil es un líder mundial con su etanol de caña de azúcar-, llamados a ayudar en la descontaminación, pero que, según sus detractores, restan alimentos que se destinan a poner a funcionar motores."Quieren descontaminar el planeta, combatir el calentamiento global, firman el protocolo de Kyoto, y cuando Brasil ofrece un combustible no emisor de CO2, prefieren usar uno que lo emite; eso es una contradicción", dijo Lula en Lima.Criticas contra biocombustiblesLos biocombustibles brasileños han levantado recelos en Europa, que teme además eventuales impactos en áreas protegidas de la Amazonia, pulmón del mundo."Creo que es un poco prematuro para ese debate sobre el impacto de los biocombustibles en la subida de los alimentos", dijo el presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero en rueda de prensa, en la que reconoció que el tema "ocupó una parte importante en los debates de la Cumbre".Venezuela y Bolivia también han criticado los biocombustibles por el profundo impacto para la alimentación en el mundo.Si las últimas dos grandes cumbres con países latinoamericanos -la Iberoamericana de Santiago en noviembre y la del Grupo de Rio de Santo Domingo en marzo- tuvieron en su centro conflictos que venían latentes entre naciones, la cita de Lima ha servido más bien para bajar el tono a las disputas.
En las últimas horas el presidente Chávez debió enfrentar una dura
acusación: un informe de Interpol, dado a conocer el jueves, garantiza
que no fueron alterados documentos encontrados en computadores de las
FARC que, según Colombia, ligan a Chávez con esa guerrilla, considerada
terrorista tanto por EU como por la UE.Tanto
Chávez como el presidente colombiano, Alvaro Uribe, dieron fuertes
declaraciones en sus países pero en Lima han preferido obviar la
polémica.El mismo Chávez, quien la había emprendido en los
últimos días contra la canciller alemana, Angela Merkel, reveló el
viernes haberle pedido perdón.Al momento de tomarse en Lima la
foto oficial de la Cumbre, cuenta Chávez, "Cristina (Kichner,
presidenta argentina) estaba allí, le dí un beso a ella y a la
canciller alemana, a quien le dije que 'si fui duro perdóname, aquí
está mi mano'".Merkel enfatizó en la necesidad de avanzar en
acuerdos comerciales con aquellos países que quieran hacerlo, en
alusión a la Comunidad Andina de Naciones (CAN) donde Colombia y Perú
presionan para ir en esa dirección, mientras Bolivia y Ecuador no.En
general la Unión Europea quiere reforzar sus lazos comerciales con
América Latina pero manifiesta preocupación por los 194 millones de
pobres (36% de sus habitantes) y 71 millones de indigentes (13%)
latinoamericanos.