Gremio periodístico reclama un asesinato
Olivas, de 47 años, fue muerto de dos disparos en la espalda, supuestamente por un taxista identificado como Santos Roberto Osegueda Palacios, con quien tuvo una discusión respecto a la tarifa que le cobró por llevarlo a su casa.
Osegueda Palacios, que había huído de la escena del crimen, se ha entregado a la policía y alegó inocencia que dijo demostraría ante las autoridades.
Adolfo Olivas había sido un reportero para el diario "La Prensa" desde 1991 y también informaba para la estación de radio Liberación.
Sandra Mata, fiscal de la provincia de Estelí, a unos 105 kilómetros al norte de la capital, solicitó a la policía que investigue los posibles nexos del narcotráfico con el asesinato del periodista.
La fiscal dijo que hizo la solicitud debido a que antes de morir Olivas había manifestado temores de ser asesinado.
Mata dijo que el corresponsal del diario La Prensa, en Estelí, escribió en varias ocasiones sobre casos de narcotráfico y en una ocasión denunció ante delegados de derechos humanos en su región que había recibido amenazas de muerte.
El comisionado de policía regional, Pedro Denis Morales, dijo que no descarán ninguna hipótesis y que los posibles vínculos del narcotráfico en el asesinato serán investigados.
Olivas se trata del tercer periodista que es asesinado en el país en los últimos tres años. Era presidente del capítulo de Estelí de la Unión de Periodistas de Nicaragua (UPN).
Según la vocera policial de la capital Geraldine González, en las investigaciones preliminares, no encontraron indicios de que en el asesinato exista relación con el narcotráfico, pero señaló que la Fiscalía y la autoridad judicial podrían aportar nuevas pruebas.
"Pero nosotros tenemos pruebas forenses y testigos de que él le disparó y lo vamos a acusar hoy mismo (jueves) por asesinato, porque le disparó con ventaja y alevosía para ultimarlo", dijo Mata.
Agregó que el taxista sería acusado la tarde del jueves por los delitos de asesinato y exposición de personas al peligro.
En su informe de libertad de prensa 2004, el Comité por la Protección de los Periodistas, señala que aunque los periodistas nicaragüenses con frecuencia pueden trabajar libremente en el país, los reporteros son víctimas de agresiones y amenazas al ejecutar su trabajo.
Pero generalmente, indica el informe, los periodistas se topan con trabas y presiones en asuntos que tienen que ver con el trafico de drogas, corrupción política y el crímen organizado, regiones en las que el gobierno tiene escaso control.
Carlos Guadamuz recibió en enero del 2003 disparos a quemarropa en una calle en Managua y María José Bravo, corresponsal de La Prensa en el sureste del país, fue asesinada por un ex alcalde durante las elecciones municipales de noviembre del 2004. En el 2004, ocho periodistas de Latinoamérica fueron asesinados en el cumplimiento de su labor de informar, segun datos del Comité por la Protección de los Periodistas.