Costa Rica en recta final para comicios
En varias encuestas recientes, el ex presidente Arias (1986-1990) aparece como virtual ganador de las elecciones con porcentajes que van del 41 por ciento al 49 por ciento, según la empresa que haga la medición, seguido en segundo lugar por Ottón Solís con 21 por ciento a 26 por ciento de las preferencias de voto.
Sin embargo, el último sondeo de la empresa Unimer para el diario La Nación, publicada el pasado fin de semana, revela que sólo un 47 por ciento de los ciudadanos están resueltos o casi resueltos a votar, y ya tienen decidido por quién hacerlo.
Eso significa que casi un millón de posibles electores tienen dudas de acudir a las urnas y, en caso de hacerlo, probablemente definan su voto en el último momento.Necesario el 40 por ciento
Para resultar electo en una primera ronda, cualquiera de los candidatos debe obtener al menos el 40 por ciento de los sufragios. En caso contrario, la elección deberá resolver en balotaje 60 días después, entre los dos candidatos con mayor porcentaje de apoyo.
Alberto Cortés, director de la maestría en Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica, aseguró que la segunda ronda "no sólo es estadísticamente posible" sino que es "inminente".
Cortés opina que Arias bajará en la intención de voto en los últimos días de la campaña, entre otras razones porque muchos líderes del Partido Liberación Nacional (PLN), que lo postula, abandonaron la agrupación disconformes con su candidatura presidencial.
Además, estima que el comando de campaña del ex presidente ha cometido serios errores, como el negarse a un debate de profundidad con su principal contrincante, Ottón Solís.
La socióloga Ciska Raventós, del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Costa Rica, coincidió con Cortés en que la proporción de electores que decidan su voto frente a las urnas, será superior al 11 por ciento que estuvieron indecisos hasta el último día en las elecciones del 2002.
La analista opina también que las encuestas no han podido registrar ciertos fenómenos políticos como el llamado "voto vergonzante", que muchos partidarios del gobernante Partido Unidad Socialcristiana (PUSC) no se atreven a admitir públicamente.
El PUSC envuelto desde 2004 en graves escándalos de corrupción, aparece en las encuestas con una intención de voto para la Presidencia de 3.5 por ciento, pero cerca de un 15 por ciento de los electores se considera seguidor de esa agrupación, una de las más tradicionales del país.
Arias, que el pasado domingo realizó su manifestación de fuerza en San José, llamó a los militantes del PLN a no caer en la trampa del triunfalismo, y a trabajar intensamente por lograr un apoyo masivo en las urnas.
El próximo jueves concluirá la campaña electoral y se entrará en un "período de silencio" de tres días, en que los partidos políticos no podrán realizar manifestaciones públicas ni trasmitir propaganda por los medios de comunicación.
En las elecciones del 5 de febrero podrán votar 33 mil 721 extranjeros nacionalizados, unos mil 700 más que en el 2002, y de los cuales 19 mil 580 son originarios de Nicaragua.
El padrón electoral consta de 2.5 millones de votantes, mientras que el 2002, fueron 2.3 millones de personas.La mayoría son nicaragüenses
Los 19 mil 580 nicaragüenses nacionalizados constituyen la mayor representación de migrantes radicados en el país, seguidos de 2 mil 922 salvadoreños, mil 463 chinos, mil 208 panameños, mil 136 colombianos y mil 069 cubanos.
Las nacionalidades abarcan además, aunque en menor número, a peruanos, españoles, estadounidenses, dominicanos, mexicanos y polacos.
Entre los que tienen menores representaciones están los rusos (84) y alemanes (81), junto a Bolivia con 77 de sus nacionales que adoptaron la ciudadanía costarricense.
La legislación local establece que los extranjeros naturalizados podrán votar pero hasta transcurrido un año de haber obtenido el beneficio, para lo cual debieron cumplir varios requisitos, como demostrar que han vivido en el país por al menos cinco años.
Ese lapso aumenta a siete años si el interesado no es de alguna de las naciones iberoamericanas.
Aparte de votar, los extranjeros nacionalizados incluso podrían optar por un puesto de elección popular, excepto la presidencia o vicepresidencias, pero para hacerlo el plazo de espera se eleva a 10 años.
En Costa Rica se registran varios ex presidentes nacidos en el extranjero, como el caso de Rafael Angel Calderón Fournier (1990-1994), quien nació en Diriamba, Nicaragua, mientras sus padres estaban en exilio. Sin embargo, por ser hijo de costarricenses pudo reclamar la nacionalidad.