El colorido desfile hizo partícipes a chicos y grandes.
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Superada la emoción que generó en muchos el recuerdo del colega, y en medio del ensordecedor repique de los tambores, la multitud se unió entonces a la alegría de la periodista Aline Prado, quien se casó en medio del desfile con su novio Bruno Nalbone.
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Tras esa inusual boda, entonces sí la banda de "Imprensa que eu gamo" se lanzó a recorrer el elegante barrio de Laranjeiras, por el que desfila desde hace años.
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Estas agrupaciones informales, conocidas como "blocos", son para muchos la expresión más auténtica del Carnaval carioca.
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Ellos encarnan su vertiente más popular y desenfadada.
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A estas bandas de amigos y vecinos también se les considera como la otra cara de la moneda que representa el Sambódromo, que es una avenida cercada, enmarcada por tribunas, que le puso un alto precio al festejo popular y profesionalizó a las escuelas de samba.
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Los "blocos", al contrario de las escuelas de samba que cada año sorprenden a miles de turistas en el Sambódromo, no tienen la misma estructura, parafernalia y publicidad de los desfiles oficiales.
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Pero sí el mismo entusiasmo, irreverencia y gusto por la fiesta.
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En los últimos años, algunos "blocos" han crecido tanto que hasta muchos, como la propia "Banda de Ipanema", obtienen patrocinio de empresas privadas y le dan más publicidad y brillo a sus desfiles.
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Aunque el corazón del Carnaval de Brasil está en Río de Janeiro, el espíritu de la fiesta también comenzó a tomar hoy las calles de otras ciudades del país, como Sao Paulo y Brasilia.
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En la capital federal, una ciudad que los fines de semana suele estar prácticamente vacía, la banda "Suvaco del Asa" alborotó el acomodado barrio de Sudoeste.
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Los desfiles de los "blocos", tanto en Río de Janeiro como en el resto de Brasil, continuarán a partir de hoy casi a diario hasta el 5 de marzo.