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Bielorrusia

La guerra del agua detrás de la invasión de Ucrania: ¿Por qué la ciudad de Jersón es tan importante para Putin?

Para Occidente, la invasión de Ucrania, lo que Putin llama una "operación militar" para desmilitarizar y desnazificar el país, es en realidad una guerra contra la democracia y las libertades. Pero también es otra cosa: una guerra por el agua. Sigue aquí las últimas noticias sobre el conflicto.
Publicado 2 Mar 2022 – 10:59 AM EST | Actualizado 3 Mar 2022 – 07:27 AM EST
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En Occidente se ha retratado la invasión de Ucrania como una guerra de Vladimir Putin contra la democracia liberal. Y sin negar que eso pueda ser verdad, hay otra cosa que también es: una guerra por el agua. En concreto, el agua de Crimea.

Y esa guerra por el agua se ha librado en Jersón, ciudad portuaria de unos 250,000 habitantes del sur de Ucrania, primero de los grandes núcleos urbanos que los rusos aseguran haber tomado.

No es un asunto menor, Jersón es un considerable núcleo industrial y un puerto clave en el Mar Negro, en la desembocadura del río Dniéper.

Pero, sobre todo, desde allí se puede controlar un recurso que Putin necesita desesperadamente llevar a la península de Crimea: agua.

La llave del agua para Crimea

A través del Canal de Crimea del Norte, la península obtenía hasta el 85% del agua que consumía del río Dniéper, que nace en Rusia, pasa por Bielorrusia y atraviesa Ucrania de norte a sur.

El canal es una estructura de unos 400 kilómetros de largo con capacidad para casi 300 metros cúbicos por segundo. Une el Dníeper no lejos de su desembocadura con el norte de Crimea.

Fue construido por los soviéticos en los años 60 del siglo pasado, poco después de que en 1954 Crimea pasara a formar parte de la entonces República Socialista de Ucrania.

El agua llegada por el canal permitió que en la península floreciera un notable sector agrario. Se llegaron a producir hasta 120,000 toneladas de arroz al año, por ejemplo.

Pero con la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014, los ucranianos cortaron el paso de agua en los alrededores de Kalanchak, a unos 90 kilómetros al sur de Jersón.

Sin el agua del Dniéper, los 2.5 millones de habitantes de Crimea comenzaron a sufrir graves problemas de suministro, incluso racionamiento, especialmente durante los veranos.

La situación no hizo más que agravarse con el paso del tiempo. Si Putin obtuvo con Crimea un estratégico acceso al Mar Negro, el suministro de agua se había convertido en un dolor de cabeza. Los medios locales reportaron que 2020 había sido el año más seco de la historia reciente de Crimea.

La escasez de lluvia no ha hecho más que complicar la situación. En Rusia, se llegó a reportar que el gobierno iba a destinar hasta $650 millones a la construcción de infraestructuras que permitieran tener resuelto para el verano de 2021 el problema del agua de Crimea.

Lejos de eso, el racionamiento de agua se vio agravado a finales del año pasado, cuando comenzaron a llegar los miles de soldados usados ahora para invadir Ucrania.

Ahora, lo que en Moscú han llamado "operación militar" para "desmilitarizar" y "desnazificar" Ucrania ha servido también para un objetivo estratégico más concreto, que los invasores reabrieran el flujo del canal.

Videos en redes de los medios estatales muestran la voladura del dique que impedía el paso de agua. Lo hicieron el mismo día 24 de febrero, el primer día de la invasión. Conquistando Jersón consolidan esa posición.


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