Una mesa de más de 515 metros (1,690 pies) en la que los residentes de la ciudad se convocaron para celebrar el fin de las restricciones ante la pandemia de coronavirus. La colosal mesa de 515 metros (1,690 pies) se situó en el puente más emblemático de la ciudad que ahora está sin el bullicio de los turistas que suelen abarrotar Praga.