Con su retrato en la escena. Desde el pasado domingo cuando
un avión de Ethiopian Airlines se desplomó poco después de despegar, decenas de familiares y allegados de las víctimas
(que provenían de 35 países) han acudido al lugar del accidente –en Hejere, a unas 31 millas de Adís Abeba– para despedirlos. Crédito: TIKSA NEGERI/REUTERS
El accidente del domingo fue el segundo letal de un Boeing 737 Max 8 en menos de seis meses. Más de 40 países,
incluyendo Estados Unidos, ordenaron suspender los vuelos con ese modelo o impiden la entrada en su espacio aéreo. Crédito: Baz Ratner/REUTERS
Llanto, mucho llanto. Mientras una excavadora se movía entre las pilas de escombros, los familiares despedían a sus muertos. El fuselaje de la aeronave estaba cubierto por un plástico azul. Crédito: Mulugeta Ayene/AP
Las respuestas en firme sobre las causas del accidente podrían demorarse meses. La autoridad francesa encargada de investigar accidentes aéreos, BEA (por sus siglas en francés), dijo el jueves que analizará las “cajas negras”, los dispositivos de color naranja brillante que graban los datos de vuelo y las voces de cabina, que fueron recuperadas en el lugar del siniestro. Crédito: TIKSA NEGERI/REUTERS
Responsables de Lion Air habían dicho que los sensores de su avión proporcionaron información errónea en sus últimos cuatro vuelos, lo que activó la orden automática de inclinar la parte delantera de la aeronave hacia abajo, algo que los pilotos del último viaje no pudieron revertir. Crédito: Mulugeta Ayene/AP
Las “cajas negras” del fatídico vuelo de Ethiopian Airlines llegaron este jueves a Francia mientras frustrados familiares de las 157 víctimas del siniestro abandonaron una reunión con responsables de la aerolínea en Adís Abeba. Según ellos, no les han dado información suficiente. Crédito: Christophe Ena/AP
El director ejecutivo de la aerolínea etíope, Tewolde Gebremariam, señaló que sus pilotos habían recibido una formación específica para afrontar este problema. Él confía que la investigación revele que el siniestro no está relacionado con el historial de seguridad de Ethiopian Airlines, que está considerada como la mejor gestionada de África. Crédito: TIKSA NEGERI/REUTERS
En el accidente murieron los ocho miembros de la tripulación, más los 149 pasajeros entre los que había turistas, viajeros por negocio y al menos "una docena de empleados de Naciones Unidas". Provenían de un total de 35 países: cada uno los lloró a su manera. Crédito: TONY KARUMBA/AFP/Getty Images
"Nadie se pensaba que esto pudiera ocurrirle. Ella amaba su vida", dijo el etíope Micky Kassa a la agencia AFP. Su prima Mygenet Worku viajaba a Nairobi para participar en la reunión anual del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUE). "Tenía una madre mayor, que la crió sola. Es una terrible noticia".
Crédito: Mulugeta Ayene/AP
Crédito: Mulugeta Ayene/AP
Según el trabajador citado en la foto anterior, lo que queda del aparato podría estar enterrado hasta 20 metros bajo tierra. Encontró una tarjeta de crédito y un pasaporte que encontró estaban tan dañados que no pudo determinar a quién pertenecían: "Todos son trozos, no queda nada grande".
Crédito: TONY KARUMBA/AFP/Getty Images
Crédito: TONY KARUMBA/AFP/Getty Images