El empresario canadiense Robert Bezeau quedó sorprendido con la cantidad de basura generada por los visitantes a la pequeña isla turística Colón, en Bocas del Toro, Panamá, donde recién se había mudado. Llegó a la conclusión que la mejor forma de reutilizar las botellas era construyendo su propio pueblo de recipientes plásticos y ahora ofrece lotes de terreno y casas a los que quieran colaborar para tener un planeta menos contaminado.