La historia de terror de Madeline-Michelle Carthen inició hace 16 años cuando, fortuitamente, descubrió que fue declarada muerta por un error de la Administración del Seguro Social (SSA, por sus siglas en inglés).
Esta mujer fue declara muerta por error hace 16 años. Desde entonces, batalla por demostrar que sigue viva
Madeline tuvo que dejar sus cursos en la Universidad Webster debido a que la institución le pidió retirarse hasta que se solucionara el problema, han pasado 16 años sin respuestas.

Con este desafortunado malentendido comenzaron los peores años de su vida: perdió su casa, varios empleos, no puede sacar un préstamo y tampoco votar en las elecciones. Ni cuatro expresidentes de los Estados Unidos han podido ayudar a “revivirla”.
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En 2007, Madeline gozaba de buena salud cuando se enteró de que su solicitud para obtener ayuda financiera para estudiar un semestre en el extranjero fue rechazada debido a que su número de seguridad social estaba asociado a una persona muerta.
En ese momento pensó que se trataba de un simple error. "Me reí. Dije: '¿Qué quieres decir? Estoy sentada aquí. He estado en la escuela más de un año y medio... ¿Cómo que estoy muerta?’”, contó Carthen en una entrevista con NBC News.
Madeline, quien en 2007 estudiaba tecnología empresarial, tuvo que dejar sus cursos en la Universidad Webster debido a que la institución le pidió retirarse hasta que se solucionara el problema.
Y así Carthen inició una batalla para probar que está con vida.
Un error gubernamental la dejó “sin vida”
Carthen se comunicó con la SSA y se enteró de que la habían agregado a su archivo de defunciones, una fuente de datos que recopila registros internos de personas fallecidas que poseían números de Seguro Social.
A manera de disculpa, la administración le dio una carta de “muerte errónea” para que la pudiera presentar en las instituciones crediticias en caso de ser necesario.
Pero, según contó en la entrevista, sus problemas fueron más allá de los bancos. Fue borrada como contribuyente del Servicio de Impuestos Internos (IRS), también del Departamento de Seguridad Nacional y de otras instancias donde era necesario incluir su número de seguridad social.
Madeline denuncia que la han despedido de sus trabajos porque los departamentos de recursos humanos no pueden procesar la nómina con su número de Seguro Social.
Otras consecuencias de estar declarada muerta en vida es que no puede obtener una hipoteca, lo que la ha orillado a vivir con una hermana en St. Louis, Missuri.
Un problema para el que nadie tiene solución
Carthen, quien ahora tiene 52 años ha intentado salir del archivo de personas fallecidas de las SSA de múltiples formas. Ha presentado docenas de documentos, incluso presentó una demanda federal en 2019 contra la SSA y otras agencias gubernamentales, pero fue desestimada porque el gobierno tiene inmunidad soberana.
La mujer ha pedido ayuda a cuatro diferentes expresidentes de EEUU para resolver su caso y ninguno ha podido ayudarla. "Sólo sé que estoy viva. No me importa lo que diga la inteligencia artificial o el software. Estoy viva; pero es difícil demostrarlo", dijo en la entrevista con NBC News.
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En 2021, Carthen pensó que había logrado un ligero progreso cuando la SSA le emitió un nuevo número de Seguro Social. Ese mismo año cambió legalmente su nombre a Madeline Coburn en un intento de resolver el problema.
La desventaja es que su nuevo número de Seguro Social sigue marcado porque todavía está conectado al anterior. "Aquí sigo estancada y nadie puede ayudarme." "Solo quiero respuestas", dijo.
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