Las nubes de cenizas ardientes sorprendieron a las comunidades cercanas al volcán más activo de Guatemala. Rescatistas y voluntarios continúan buscando víctimas bajo el material volcánico mientras que los sobrevivientes esperan por noticias de sus familiares. Hasta ahora se contabilizan 72 muertos y más de 47 heridos en la erupción más fuerte de este volcán en los últimos 40 años.