Las enfermedades tropicales desatendidas proliferan en entornos empobrecidos, especialmente en el ambiente caluroso y húmedo de los climas tropicales. La mayoría son transmitidas por insectos como moscas o mosquitos, agua contaminada y el suelo infestado por huevos de gusanos. Crédito: Jody Amiet/AFP/Getty Images
Aunque son distintas desde el punto de vista médico, los efectos físicos que causan se asemejan: todas pueden provocar discapacidades graves y deficiencias de por vida. También tienden a aparecer juntas geográficamente; incluso es posible padecer varias a la vez. Crédito: Mario Tama/Getty Images
También es posible que causen ceguera, debilidad, deformidades o amputaciones. A veces esto ocurre después de años sin presentar síntomas, lo que hace que los pacientes no busquen atención oportuna y lleguen a la fase avanzada de la enfermedad. En otros casos, pueden matar a la persona en cuestión de semanas o meses. Crédito: Nelson Almeida/AFP/Getty Images
Se les llama “desatendidas” porque no afectan a los países ricos, ni causan muchas muertes, ni viajan de un país a otro: suelen ser invisibles ante la sociedad y relegadas en las agendas y presupuestos de salud. Como quienes las padecen no tienen capacidad de pagar por los tratamientos, hay pocos incentivos para que se innove en vacunas o medicamentos. Crédito: Juan Cevallos/AFP/Getty Images
La Organización Mundial de la Salud ha creado una gran alianza para intentar erradicarlas. Los avances conseguidos hasta ahora fueron recopilados en el informe titulado “
Integración de la lucha contra las ETD en la salud y el desarrollo mundiales”, presentado esta semana en la
Reunión Mundial de Asociados sobre Enfermedades Tropicales Desatendidas, precedida por Margaret Chan, directora de la Organización Mundial de la Salud, junto al exsecretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan y el multimillonario filántropo Bill Gates. Crédito: Pierre Albouy/Reuters
El tracoma y la oncocercosis (también llamada "Ceguera de los Ríos") son causa de ceguera. El número de personas que necesitan tratamiento para esta última descendió de más de 336.000 en 2009 a poco más de 25.000 en 2015. Colombia, Ecuador, México y Guatemala ya la erradicaron. Crédito: STR/AFP/Getty Images
A la dracunculosis también se le conoce como la enfermedad de la lombriz de Guinea: una dermatosis nodular producida por el crecimiento de un parásito en la parte subcutánea de los tejidos. Ha experimentado una espectacular caída de 3,5 millones de casos estimados en 20 países en 1985, hasta menos de 5.000 casos detectados en seis países en 2010. De estos, el 98% se concentra en Ghana y Sudán. Crédito: Olivier Asselin/AP
La filiariasis linfática (también llamada elefantitis) ocasiona un agrandamiento anormal de las extremidades y los genitales. Con 120 millones de personas infectadas, es la segunda causa de discapacidad en el mundo. Desde el año 2000 se han administrado más de mil millones de tratamientos, lo que ha reducido significativamente su prevalencia e intensidad. Noah Seelam/AFP/Getty Images
El suelo contaminado por heces humanas es foco de transmisión de las helmintiasis, una enfermedad parasitaria en la que una parte del cuerpo está infestada de gusanos. Comúnmente residen en la vía gastrointestinal pero también se pueden encontrar en el hígado y los músculos, entre otros órganos. Crédito: Joe Klamar/AFP/Getty Images