Las personas tuvieron que permanecer varios días en refugios para sobrevivir a los ataques y aseguran que hace unos cinco días dejaron de escuchar las explosiones. Sin embargo, ahora viven con el temor de nuevos bombardeos y muchos han quedado sin viviendas ni pertenencias. Ahora se han unido para limpiar los escombros e intentar reorganizarse en la ciudad.
Más información aquí.