Esta máquina, nombrada ‘Sarco’, reduce el nivel de oxígeno dentro de su cápsula haciendo que el usuario se sienta “ligeramente borracho” antes de caer inconsciente y, finalmente, morir. Quien quiera hacer uso de ella deberá pasar por una prueba monitoreada cuyo objetivo es demostrar que la persona está tomando una decisión consciente de acabar con su vida.
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