Los médicos llamaron Aya, que significa milagro en árabe, a la bebé recién nacida rescatada entre los escombros que dejó el terremoto en Siria y Turquía. La pequeña aún estaba conectada al cordón umbilical de su madre, que murió tras dar a luz. En los últimos días, miles de personas se han ofrecido a adoptar a la niña, quien está siendo amamantada por la esposa del director del hospital donde es atendida.
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