En 1967, una estudiante de periodismo de 19 años demostró que las mujeres sí pueden correr 26.2 millas de distancia. Lo hizo pese a que el director de la histórica maratón de Boston intentó sacarla de la pista a empujones. Ella llegó a la meta con los pies ensangrentados. Asegura que lo habría hecho incluso con sus manos y rodillas.