Así se quitan los tatuajes estos expandilleros que quieren dejar las calles y la ilegalidad
Remover un tatuaje del rostro, las manos o el cuello es la prioridad de muchos hombres y mujeres que quiere conseguir un trabajo lejos de las pandillas. En Sunrise Center, una organización creada por Rosemarie Ashamalla, cientos acuden cada año para borrar las marcas de su pasado.
En Los Angeles, en el 2105 Beverly Blvd, suit 219, se encuentra Sunrise Center una organización creada por la activista Rosemarie Ashamalla en donde de manera gratuita se asiste a expandilleros para que puedan borrar sus tatuajes visibles.
Jane Bruce
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Borrar tatuajes de gran tamaño puede tomar entre 7 y 9 sesiones. Los pigmentos más complejos de borrar del todo son el verde y el azul. Por el contrario, el blanco y el negro desaparecen casi completamente.
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El proceso es tan largo y doloroso que Ashamalla quiere que la policía y la corte lo acepte como prueba de que alguien ha dejado definitivamente las pandillas.
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Con una máquina láser de más de 120,000 dólares se logra remover los tatuajes hasta que casi desaparecen completamente.
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Los tatuajes visibles en cara, manos, brazos y cuellos son los más urgentes de remover cuando los expandilleros quieren conseguir trabajo.
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Las dos principales razones por las que hombres y mujeres visitan Sunrise Center es porque quieren conseguir un trabajo y no lo han logrado por sus tatuajes o porque quieren ser padres y desean dar un buen ejemplo a sus hijos.
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Por años, Rosemarie Ashamalla ha ayudado a cientos de personas a dar uno de los pasos fundamentales para salir de la criminalidad: remover sus tatuajes.
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Los tatuajes son un mecanismo de identificación arraigado en la cultura de las pandillas.
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Muchos de los que asisten a este centro buscan quitarse los nombres de las pandillas que llevan en su cuerpo y otros símbolos emblemáticos.
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Con los cuidados necesarios, sin que les dé el sol y evitando a toda costa rascarse la cicatriz, los tatuajes desapareceran completamente.
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La remoción de tatuajes es un proceso costoso. Borrar un tatuaje de gran tamaño puede costar miles de dólares. En Sunrise Center se ofrece este proceso de manera gratuita o con pagos casi simbólicos.
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Tatuarse el rostro es una práctica común en las pandillas que le piden a sus miembros mostrar completa lealtad e identidad con la organización criminal.
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Borrar los tatuajes ayuda a las personas que han transicionado a la legalidad a que no se conviertan en un blanco ni para las organizaciones criminales que los persiguen, ni para la policía.
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Rosemarie Ashamalla sigue de cerca los procesos de cada una de las personas que acude a su centro.