La marcha de campesinos e indígenas, en protesta por el alza de hasta 123% a los combustibles como consecuencia de la eliminación de subsidios, resultó menos tensa de lo esperado, pero hubo más enfrentamientos entre encapuchados y agentes de la policía. El presidente Lenín Moreno dijo en unas transmisión de televisión que "sin duda alguna, esto se va a solucionar muy pronto".