Las acumulaciones de agua en el área por cuenta de los remanentes de Nicole no han sido impedimento para que restaurantes sigan operando. Algunos comerciantes han instalado cercas afuera de los negocios para evitar que transeúntes transiten por zonas que suelen inundarse. Asimismo, han optado por poner sacos de arena, incluso, encima de algunos enseres, para que no se los lleve el viento.