LOS ÁNGELES, California. – Manifestantes se congregaron el domingo en varias tiendas Home Depot del sur de California, en protesta contra las redadas de ICE que, denuncian, se han convertido en una amenaza constante para trabajadores y clientes latinos.
Protestan en tiendas Home Depot del sur de California contra redadas de ICE
Organizaciones comunitarias y defensores de migrantes protestaron frente a varias tiendas Home Depot en el sur de California, exigiendo el fin de las redadas de ICE tras la muerte de Roberto Carlos Montoya Valdés.

Esto a raíz de la muerte de Roberto Carlos Montoya Valdés, de 52 años, quien perdió la vida el pasado 14 de agosto al ser atropellado en la autopista 210 cuando intentaba huir de un operativo de ICE que dejó entre 10 y 12 trabajadores detenidos.
“El día de hoy estamos aquí en la Home Depot porque hemos visto muchas redadas, no nomás aquí en Upland, pero en todo el sur de California”, declaró Javier Hernández, director ejecutivo de la Coalición Justicia para Inmigrantes.
Los activistas aseguran que el Departamento de Seguridad Nacional está incumpliendo una orden judicial que prohíbe detener a personas por motivos de raza, etnia o idioma, y llamaron a un boicot nacional contra Home Depot.
“Hoy llevamos una carta pidiéndole a los managers que dejen de hablarle a la policía, porque a cada rato está llegando la migra”, explicó Claudia Bautista, directora ejecutiva del Centro de Jornaleros de Pomona.
Home Depot responde
En un comunicado oficial, la cadena de tiendas negó colaborar con operativos migratorios: “No recibimos notificaciones sobre las actividades de ICE, no participamos en ellas ni coordinamos con agencias de inmigración. En muchos casos nos enteramos de los arrestos después de que se realizan”.
Pese a ello, líderes comunitarios insisten en que la empresa tiene el poder legal de impedir la entrada de agentes federales a sus instalaciones. “Home Depot ha optado por no decir nada y permitir que el terror de ICE llegue a nuestra comunidad”, señaló Hernández.
Por su parte, autoridades federales aseguran que ningún agente perseguía al señor Montoya en el momento de su fallecimiento. Sin embargo, para las comunidades migrantes la responsabilidad está clara: las redadas generan miedo, ponen vidas en riesgo y deben detenerse.
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