Muere Lisa, una elefanta de 46 años, en el Zoológico de Oakland
El Zoológico de Oakland compartió la triste noticia del fallecimiento de Lisa, una elefanta de 46 años, a causa de problemas de salud crónicos y degenerativos.
La elefanta Lisa, que estaba en el Zoológico de Oakland, murió a los 46 años. La elefanta padecía malestares crónicos y degenerativos. A pesar de que le dieron tratamiento, la elefanta africana murió por eutanasia para evitar su sufrimiento. "Tenemos el corazón roto. Su enfermedad progresó a un punto en el que no queríamos que su último día fuera su peor día, y era hora de hacer lo más humano y dejarla ir. Esto fue lo mejor para Lisa, pero lo más doloroso y desgarrador para toda su familia del zoológico y la comunidad del Área de la Bahía que la ha amado durante décadas”, dijo el doctor Alex Herman, vicepresidente de servicios veterinarios.
Lisa llegó al zoológico de Oakland en 1979. Su muerte, según el zoológico, ha afectado profundamente a sus cuidadores, equipo veterinario, personal, voluntarios y millones de invitados del zoológico. Se edad le trajo varias enfermedades, incluyendo úlceras oculares, artritis degenerativa progresiva y, en las últimas semanas, edema ventral causando excesiva retención de líquidos en su vientre, lo que causó úlceras vaginales internas y externas.
El zoológico informó que el equipo de cuidado continuo atendió a Lisa. El equipo lo conformaron veterinarios del zoológico de Oakland, personal de cuidado animal y expertos en el campo, incluyendo oftalmólogos, fisioterapeutas, investigadores y especialistas en artritis, conductistas de vida silvestre y veterinarios consultores de otros zoológicos acreditados por AZA.
Antes de morir, su plan de atención médica incluyó fisioterapia, medicamentos para el dolor, tratamientos láser, crioterapia y remojos diarios de pies en sal Epsom, y dos procedimientos de vanguardia de células madre en octubre y enero. “Mientras que Lisa mostró signos de mejoría en los procedimientos de células madre con algo de movilidad mejorada, sus extremidades y articulaciones permanecieron bastante rígidas y continuaron disminuyendo en los meses de invierno”, señaló el zoológico.
El personal del zoológico de Oakland y los voluntarios están de luto por la pérdida. "Ella fue realmente especial para mí, y para todos nosotros aquí. Su pérdida es sentida por muchos, especialmente sus cuidadores de elefantes estrechamente unidos. La echaremos mucho de menos”, dijo De Colleen Kinzley, vicepresidenta de Cuidado Animal, Conservación e Investigación.